La ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera / EUROPA PRESS

La ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera / EUROPA PRESS

Business

El decretazo energético arrasa con las salidas a bolsa de las renovables

La incertidumbre generada por las medidas del Gobierno para amortiguar la inflación eléctrica ha generado numerosas turbulencias en el mercado, que han terminado por desaconsejar el salto al parquet

2 octubre, 2021 00:00

Los numerosos planes de salidas a bolsa en el ámbito de las energías renovables que estaban preparados para este año han sufrido un nuevo varapalo que les va a condenar de nuevo al cajón, como ya sucediera antes del verano. La batería de medidas aprobadas por el Gobierno para intentar reducir los efectos de la subida del precio de la luz en el recibo, el conocido en el sector como “decretazo”, han provocado notables terremotos bursátiles y un sentimiento de incertidumbre que ha tirado por tierra los planes de dar el salto al parquet que algunas empresas habían retomado.

A comienzos de año, 2021 se perfilaba como un ejercicio histórico para sector de las energías limpias debido a los numerosos planes de salida a bolsa de compañías del sector, hasta el punto de que llegó a hablarse del riesgo de una burbuja.

Primer sofoco

Unos temores que calaron entre los inversores, hasta el punto de que algunas operaciones que estaban a punto de culminar fueron canceladas a última hora, como fue el caso de OPDEnergy. Los desplomes sufridos por títulos que sí dieron el paso y se encontraron con el rechazo de la bolsa, especialmente Ecoener, confirmaron que aquel no era el mejor momento para las OPV.

Sin embargo, tras el verano algunos planes volvieron a activarse con la vista puesta en salir al mercado a finales de 2021 o comienzos del próximo ejercicio. Opciones que han quedado definitivamente enterradas por ahora. Los mercados han vuelto a temblar y, esta vez, han sido las decisiones políticas las que están detrás del fenómeno.

El caso de Capital Energy

Uno de los nombres que más sonó para convertirse en empresa cotizada fue el de Capital Energy, cuya expansión durante los últimos trimestres no ha pasado desapercibida en el sector y aun menos sus ambiciosos planes para darle continuidad y convertirse en un jugador relevante.

Para financiar este movimiento, Capital Energy puso encima de la mesa la posibilidad de convertirse en empresa cotizada, para lo que incluso se dotó de un consejo de administración de notables del sector, como fue el caso de Juan Lasala, exconsejero delegado de Red Eléctrica, que ocupó la presidencia, y de Rosa Sanz, en su día directora del negocio gasista de Naturgy y expresidenta de la patronal Sedigás.

El punto de inflexión

Las turbulencias de la pasada primavera hicieron que Capital Energy diera un paso atrás y explorara otras opciones, como la incorporación de socios a la compañía. No obstante, la opción de la bolsa seguía latente, como una de las opciones sin descartar.

Sin embargo, en estos momentos es la más alejada de convertirse en una realidad. La polémica mini-reforma energética que el Consejo de Ministros sacó adelante el pasado 14 de septiembre provocó una notable desbandada de inversores del sector energético, ante un nuevo caso de inseguridad jurídica.

Las peores del Ibex 35

Aunque posteriormente el Ministerio de Transición Ecológica introdujo algunas modificaciones que minimizaba el impacto de las medidas en el segmento de las renovables, lo cierto es que el impacto en las cotizadas, incluidas las enfocadas en las energías ‘verdes’ fue notable.

Si se toma como referencia el inicio del año, los cuatro valores del Ibex 35 con peor comportamiento son energéticos y, entre ellos, los dos más penalizados pertenecen al sector de las renovables: Solaria, que se deja más de un 41% desde enero; y Siemens Gamesa, con una caída global del 35%.

Duro castigo a las grandes

A continuación figuran Iberdrola, que acumula retrocesos superiores al 23%, y Endesa, que se ha depreciado algo más de un 21% desde enero. El balance anual de estos dos valores era positivo hasta que se inició la crisis eléctrica y los precios comenzaron a dispararse en el mercado mayorista. El decretazo ha terminado por derivar en un escenario negativo cercano a los 22.300 millones de euros entre las dos.

Detalle de la sede de Endesa en Madrid / EP

Detalle de la sede de Endesa en Madrid / EP

Otra de las compañías que había llamado la atención de los inversores ante una posible salida a bolsa fue Repsol, que estimaba la posibilidad de colocar en el mercado acciones de su filial de activos de bajas emisiones con el fin de ponerla en valor y seguir desarrollando el plan estratégico a cinco años que aprobó y presentó a finales de 2020.

Las opciones de Repsol

Ya las turbulencias de primavera llevaron a la compañía que preside Antonio Brufau a pisar el freno y contemplar alternativas que, por otra parte, siempre ha tenido encima de la mesa, como la incorporación de socios industriales o financieros.

Incluso, su consejero delegado, Josu Jon Imaz, explicó a los analistas en una de las últimas presentaciones de resultados de Repsol que no estaba descartada una fórmula mixta, que combinara abrir el capital a nuevos accionistas y, al mismo tiempo, colocar una parte en bolsa; en cualquier caso, una medida que probablemente reduciría el tamaño de la OPV.

Revisión de planes

Por ahora, Repsol, que se dio de plazo hasta mediados de 2022 para tomar una solución definitiva, no ha movido ficha. A comienzos de la próxima semana, la compañía presentará a los inversores una revisión de su programa estratégico, en el que podría ofrecer nuevas pistas. Pero el nuevo panorama regulatorio no parece el mejor de los escenarios para que el salto al parquet tenga ahora un lugar prioritario en los planes de Repsol con su nueva división.

Lo cierto es que, finalmente, han sido escasas las compañías que han decidido dar el paso y, entre ellas, tan sólo Corporación Acciona Energía cuenta con una dimensión destacada.

El paradigma de Acciona

Precisamente, la filial ‘verde’ del grupo controlado por los Entrecanales es un buen ejemplo del escenario planteado en la actualidad. Pese a la incertidumbre reinante, la compañía debutó en bolsa poco antes del verano y su acogida en el mercado fue notablemente positiva, contra lo que la mayoría pronosticaba. Sin embargo, el decretazo provocó un descenso fulgurante de su cotización cercano al 11% en apenas dos sesiones, tras conocerse en detalle el contenido de las medidas.

Tras el cierre de este viernes, casi dos semanas después, el retroceso aún es cercano al 9%. Algo de lo que el mercado habrá tomado muy buena nota.