El presidente de Francia, Emmanuel Macron / EP

El presidente de Francia, Emmanuel Macron / EP

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La crisis de las nucleares en Francia barre la limitación del precio del gas

El notable incremento de la compra de energía a España para cubrir el hueco de producción a causa del parón de numerosos reactores tensiona el mercado ibérico

19 mayo, 2022 00:00

Los gobiernos español y portugués aún negocian con la Comisión Europea las condiciones sobre la limitación del precio del gas para la generación eléctrica pero, mientras tanto, crece una seria amenaza para el efecto perseguido con esta medida: la disparada venta de electricidad a Francia como consecuencia de la crisis nuclear que arrastra el país vecino y que se ha agravado en las últimas semanas.

Una situación que ha provocado tensiones en el mercado mayorista, hasta el punto de que el precio del megawatio/hora continúa en el entorno de los 200 euros, pese a tratarse de la época del año tradicionalmente menos inflacionista debido a la reducción que suele experimentar la demanda por las condiciones climáticas.

Exportaciones sin precedentes

Pero las cifras que se están registrando en lo que se refiere a intercambios internacionales baten todos los registros. En lo que va de año, poco más de cuatro meses y medio, el saldo neto exportador del sistema peninsular supera ya los 5.000 gigawatios/hora (GW/h), un registro inédito hasta la fecha y que se aproxima a los que se dieron en el conjunto de los años 2013 y 2014, justo antes de que la reforma eléctrica impulsada por el primer Gobierno Rajoy acabara con el tradicional papel de exportador del sistema español. 

Más de la mitad de este saldo exportador que se da en 2022 tiene su origen en Francia. En los últimos meses, las compras de electricidad a través de las interconexiones con el país vecino del norte han superado en algunos meses los 1.000 GW/h, cifras que se encuentran muy por encima de lo habitual y que contribuyen a añadir tensión a un, ya de por sí, estresado mercado mayorista.

Parón nuclear

Una de las principales causas es la crisis que se vive ya desde finales de año en el panorama energético francés, muy particularmente en el eléctrico. El mix galo está sufriendo las consecuencias de los parones que han padecido numerosas centrales nucleares, bien por detenciones programadas para revisiones o cargas de combustible, bien por averías o problemas inesperados. 

En el caso de Francia, el peso de la energía nuclear en la generación de electricidad es mayoritario, hasta el punto de que aproximadamente las dos terceras partes de la electricidad proviene de los reactores de este tipo. 

Precios más competitivos

Con una situación agravada por la guerra de Ucrania y con la amenaza de corte de gas procedente de Rusia, que llega a Francia a través de sus interconexiones con Alemania, la compra de electricidad en el exterior se hace imprescindible para llenar el hueco que dejan las centrales nucleares que tienen su actividad detenida. 

Además, Francia cuenta con el aliciente de que el mercado ibérico registra generalmente precios más baratos que el centroeuropeo, como consecuencia de una mayor implantación y desarrollo de las energías renovables.

A la espera de Bruselas

Mientras este sucede, la Comisión Europea aún no ha dado su visto bueno definitivo a la llamada "excepcionalidad ibérica", por la que España y Portugal podrán limitar a un máximo de 50 euros por MW/h durante doce meses el precio del gas natural para la generación de electricidad, con el fin de que no tensiones el mercado mayorista. 

Después de que los gobiernos de ambos países aprobaran sus respectivos planes y lo remitieran a Bruselas, la Comisión sigue en pleno proceso de análisis sin que aún haya dado una respuesta definitiva.

Plan de choque

La medida forma parte del plan de choque puesto en marcha por el Consejo de Ministros para paliar los efectos temporales negativos de la guerra en la economía y, especialmente, en el comportamiento de los precios. Un plan que tiene como horizonte temporal para la mayoría de las actuaciones el cierre del primer semestre. 

En el caso de la excepcionalidad ibérica, va algo más allá, aunque la intención de Moncloa era que a estas alturas hubiera podido haber entrado ya en vigor para que el efecto en el recibo eléctrico coincidiera con el resto de las medidas, entre las que figura el descuento de 20 céntimos por litro de carburante en las estaciones de servicio y también el límite del 2% en la revisión al alza del precio de los alquileres. 

Periodo de distensión

La avalancha de compras de electricidad desde Francia supone otra amenaza para el efecto perseguido con el tope al precio del gas, ya que está generando tensiones en el mercado inéditas a estas alturas del año y que están al margen del comportamiento del precio de esta materia prima. 

En estos meses, los precios de la electricidad suelen ser los más moderados del año, toda vez que los consumos se reducen por la mejora de las temperaturas que, no obstante, no provocan aún el empleo generalizado de los sistemas de refrigeración.