Interior de una tienda de moda infantil Gocco / GOCCO

Interior de una tienda de moda infantil Gocco / GOCCO

Confidente VIP

La textil Gocco sigue sin levantar cabeza

Esta firma de moda infantil encadena siete ejercicios seguidos en números rojos

21 abril, 2022 00:00

La firma textil Gocco, con sede central en Alcobendas (Madrid), no consigue dar la vuelta a su larga racha negativa.

La postración es ajena al coronavirus, pues perdura desde hace ya siete ejercicios, en los que ha acumulado un quebranto de 35 millones. El virus no ha hecho otra cosa que agravar la crisis.

Accionista

Tras decretarse las medidas gubernamentales para frenar la pandemia, Gocco cerró todas sus tiendas durante tres meses. En ese periodo solo se mantuvo en funcionamiento la web de la empresa.

El principal accionista es el fondo madrileño Diana Capital, que en 2014 adquirió el 40% de las acciones a los fundadores.

Inyecciones financieras

Entre ellos se contaban varios miembros integrantes de las oligarquías madrileña y vasca como Pelayo Primo de Rivera Oriol, Inés Entrecanales Franco y Felipe Oriol Miranda.

Tras sucesivas operaciones “acordeón” y ampliaciones de capital realizadas para enjugar pérdidas y apuntalar el balance, Diana es dueña ahora del 63%.

Planes truncados

Cuando desembarcó en Gocco, esta contaba con una extensa trama de 250 tiendas. El fondo inversor se proponía impulsar el crecimiento a marchas forzadas.

Pretendía alcanzar en cuatro años 450 establecimientos, la mitad de ellos fuera de España.

Cadena menguante

La cruda realidad ha sido bastante distinta de la prevista en los planes de negocio. Ocho años después Gocco gestiona 133 puntos de venta, la mitad de ellos ubicados en El Corte Inglés.

Además, en el ejercicio 2020-2021 bajó la persiana de una docena de ellos. Fuera de España administra otras veinte tiendas.

Ventas

El último año fiscal de Gocco abarcó de marzo de 2020 a febrero de 2021. En consecuencia, los tres primeros meses fueron de parón total, debido al confinamiento.

Semejante clausura forzosa ocasionó un descenso en picado de la facturación. Esta cayó de 24 a 15,8 millones. Se trata del mismo nivel que registraba 17 años atrás, en 2005, cuando apenas llevaba cuatro años en marcha.

Quebrantos en las filiales

Las citadas magnitudes se refieren a los estados contables individuales de Gocco España. No incluyen sus filiales sitas en Portugal, Francia, Italia y Luxemburgo.

Gocco ha invertido en ellas 3,6 millones, de los cuales 2,8 millones están deteriorados debido a los números rojos embalsados.

ERTE

La firma recortó gastos laborales mediante la presentación de expedientes de regulación temporal para toda la plantilla. El número medio de empleados pasó de 430 a 380 trabajadores debido a los “ertes”.

También podó a fondo los alquileres de los locales y otros gastos generales.

El dogal de la banca

Por último, firmó con la banca un nuevo acuerdo de refinanciación consistente en el aplazamiento de los pagos y el otorgamiento por los prestamistas de un millón adicional.

Esa refinanciación del pasivo es la tercera que se ve forzada a suscribir Gocco, tras haber pactado tratos del mismo género en 2017 y 2018. Además de todas las actuaciones transcritas, Diana Capital insufló recursos frescos a Gocco por importe de 1 millón.

Trayectoria

Las medidas arbitradas fueron insuficientes para taponar las vías de agua. La cuenta de resultados arrojó una pérdida de 2,4 millones, 100.000 euros más que el año anterior.

El patrimonio de la compañía presenta un estado deplorable. Los fondos propios han quedado reducidos a escombros y se cifran en casi 7 millones negativos.

Administradores

La dirección de la casa asevera en la memoria anual que Gocco no se encuentra en causa de disolución, debido a los préstamos participativos de que dispone, por valor de 6,1 millones.

El consejo de administración de Gocco está formado por Francisco Gómez-Zubeldia Sánchez, presidente; son vocales Elena Pajarín Aranda, María Guadalupe Astarloa Echevarrieta, Felipe Oriol Díaz de Bustamante y Juan Ángel Parés Boj. Este último luce la presidencia de Textil Santanderina, una de las “grandes” del sector.