Sede de la Fundació Mare Nostra en Mataró / CG

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Confidente VIP

Quiebra la Fundació Mare Nostra

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña obligó en abril a cerrar las instalaciones geriátricas que explotaba en Mataró

6 noviembre, 2018 00:00

El Juzgado Mercantil número 7 de Barcelona ha declarado el concurso voluntario de Fundació Mare Nostra y ha designado administrador concursal al abogado Jorge Mayol Castañón.

El descalabro es consecuencia del cierre de sus instalaciones, ordenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que le ha impedido continuar sus actividades.

Cuarenta años de historia

La institución se fundó en 1981 por iniciativa de Asunción Clavell Borrás y Joan Majó Coll, para montar una residencia geriátrica en Mataró, con 42 plazas. El recinto se abrió en unos locales cedidos por la petrolera Repsol en la calle l’Esplanada de Mataró. Mare Nostra contaba con un presupuesto anual de más de 600.000 euros.

El origen de sus problemas se remonta a mucho tiempo atrás. Durante un largo periodo, la entidad ocupó una docena de pisos en un inmueble de la citada calle. Pero lo hacía de forma irregular, porque incumplía varios requisitos exigidos por la Generalitat. Además, la licencia de actividades había sido revocada. Los vecinos del inmueble denunciaron en repetidas ocasiones la actividad ilegal desarrollada por la entidad.

Bendición municipal

A partir de 2011, todas las dependencias se concentraron en la planta baja y dos pisos. Además se adquirió un viejo local del Inem, gracias al cual se dotó al establecimiento de entrada independiente.

Las concejalas de Benestar Social y Gent Gran del ayuntamiento, Carme Esteban y Nuria Aguilar, del PSC, visitaron las instalaciones y dieron su bendición y los permisos pertinentes, además de destacar que las condiciones eran inmejorables para iniciar una nueva etapa.

Obras ilícitas

El problema es que las obras y todo el acondicionamiento de los locales se hicieron sin contar con el permiso de la comunidad. Ésta interpuso dos contenciosos administrativos contra el ayuntamiento, por haber concedido la licencia de obras y por otorgar el permiso de actividades.

De forma paralela demandaron a la Fundació por las obras irregulares.

Instancias judiciales

El litigio peregrinó por varias instancias judiciales. Después llegó al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que en abril último falló contra la Fundació. Entre otras cosas, obliga al ayuntamiento a revocar la licencia de actividades por las reformas ilegales, con el consiguiente cierre de las instalaciones.

Tras este correctivo, la Fundació trasladó a los residentes a otras ubicaciones. La presentación del concurso voluntario es el corolario de la sentencia del TSJC.