Grietas en la maderera Costiña

Dos suspensiones de pagos

Es la segunda vez que la firma pide la protección judicial frente a los acreedores. En febrero presentó sus libros contables al juzgado, pero este no admitió a trámite el expediente por falta de documentación. Una vez solventada la omisión, ahora sí se ha dado curso a la petición y ha decretado el concurso voluntario.

Costiña tiene su sede e instalaciones industriales en Alfoz (Lugo). La casa lleva más de medio siglo dedicada a la transformación de madera en tablas, embalajes, palets y subproductos como estillas y serrín. Estos últimos se utilizan como biomasa forestal energética.

Problemas antiguos

Sus clientes son empresas de celulosa, siderúrgicas, de aluminio, constructoras, de mecanizados metalúrgicos, mobiliario y alimentación, entre otras muchas.

Costiña se encuentra paralizada desde antes de que estallara el coronavirus. Sus problemas financieros no son de hoy. Se remontan como mínimo a 2019.

Impagos y tensiones

El pasado verano registró fuertes tensiones de tesorería que le llevaron a no poder atender las nóminas de sus 65 trabajadores. La plantilla realizó varios paros en señal de protesta.

No sin pocos esfuerzos, la empresa abonó todas las pagas pendientes. Pero este año ha vuelto a incurrir en descubiertos y ya adeuda a los empleados todos los meses de 2020, más dos pagas extra.

Balance

En marzo pasado, poco antes de promover el concurso, Costiña activó un expediente de regulación para el 80% de la plantilla. Desde entonces, la fábrica de Alfoz se encuentra paralizada.

Los estados contables de Costiña arrojan activos por valor de 8 millones y deudas cifradas en 6 millones. La empresa factura 7 millones. Costiña está dirigida por Antonio, Braulio y Manuel Rodríguez Freire, más Alfredo Rodríguez Rego.