Imagen de una de las factorías del Grupo Vall Companys / CG

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Confidente VIP

El gigante Vall Companys sigue creciendo, pero con menor rentabilidad

6 septiembre, 2016 00:00

La compañía holding Inversions Fenec, cabecera de uno de los grupos agroganaderos más sobresalientes de Europa, alcanzó en 2015 una facturación consolidada de 1.407 millones, un 4% más. La firma mantiene así la trayectoria alcista de los últimos lustros, que no se ha visto truncada ni siquiera durante la pasada crisis. De hecho, desde 2008 Fenec ha logrado elevar sus ventas un 53%.

En 2015, el rendimiento del grupo fue bastante inferior al cosechado el año anterior. El flujo de caja y el beneficio neto se situaron en 80 y 40,4 millones, frente a los 109 y 73 millones respectivamente de 2014. Fenec posee unas disponibilidades financieras líquidas de 53 millones y escritura casi 500 millones en recursos propios.

La firma posee tres filiales directas: Harinera La Meta, fabricante de harinas;  Transegre, dedicada a prestar servicios de transporte al grupo; y Vall Companys, productora de derivados del porcino, vacuno y avícola. Esta última compañía, a su vez, posee participaciones en dos docenas de empresas del sector cárnico, entre ellas Patel, Cárnicas Cinco Villas y Frimancha. En conjunto, el grupo emplea a 2.295 personas, casi 100 más que un año atrás.

Inversiones Fenec pertenecía históricamente a José Vall Palou, poseedor de una de las fortunas más conspicuas de Cataluña.

Hace ahora justo un año, Vall Palou protagonizó una sonada fuga empresarial de Cataluña, tal como adelantó este periódico. Su estampida se materializó mediante una simple operación mercantil. El empresario aportó sus acciones de Inversions Fenec, representativas del 100% del capital, a una sociedad de cartera suya titulada Invaes, domiciliada en Madrid. Con este lance, el inmenso patrimonio de Vall Palou, que incluye activos por valor de 1.200 millones, pasó a estar administrado en última instancia desde la capital del reino.

José Vall no disfrutó mucho tiempo de su flamante estatus, pues pocos meses después falleció a los 65 años, tras sufrir una larga enfermedad. El trasiego societario se completó con la escisión de Invaes a favor de tres empresas instrumentales de sus hijos Josep, Oscar y Meritxell Vall Esquerda. Las tres entidades también han fijado su sede en Madrid.