Instalaciones fabriles de José María Torres SA en Coslada / CG

Instalaciones fabriles de José María Torres SA en Coslada / CG

Confidente VIP

La curtidora José María Torres suspende pagos

Esta compañía maneja cada año dos millones de pieles en sus instalaciones de Coslada

30 enero, 2019 00:00

El Juzgado Mercantil número 6 de Madrid ha declarado el concurso voluntario de la empresa José María Torres SA. Según el auto judicial, la entidad conserva las facultades de administración, pero éstas quedan sometidas a la administradora concursal Begoña de Lucas Arenales.

Los últimos balances disponibles arrojan un activo de 6 millones, contra un pasivo exigible de 4 millones. Las ventas anuales ascienden a 8 millones.

José María Torres es una veterana compañía del sector de los curtidos, centrada en el procesado de piel en bruto. Se constituyó en 1974, si bien la familia Torres está vinculada al negocio de las pieles desde hace cuatro generaciones.

Exportaciones

La firma radica en el municipio de Coslada, donde cuenta con unas instalaciones de 8.300 metros cuadrados, 3.500 de ellos con temperatura controlada. La planta de la empresa trasiega cada año 1,2 millones de pieles de cordero, 400.000 de lechales, 100.000 de cabra, 50.000 de oveja y 200.000 de ganados vacunos.

La entidad exporta a una quincena de países, entre ellos Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Holanda, Italia, Polonia, Reino Unido, Portugal y China.

Batacazo frutícola

Al margen de este percance, en Almería ha caído la empresa Agrocastell, de Castell de Ferro (Granada). Es filial de EH Femago, de Santa María del Águila, pedanía de El Ejido, una de las mayores comercializadoras de fruta y verdura del Sur de España. El grupo produce y comercializa melones, calabacines, berenjenas, pepinos, pimientos, judías, tomates y sandías.

El volumen de deudas consolidadas del grupo asciende a 47 millones de euros. Los principales acreedores son Cajamar y Banco Popular.

La suspensión de pagos de EH Femago, acaecida el pasado verano, es la de mayor bulto que se produjo en 2018 en la provincia de Almería.