Oficinas de Beloud Technology en Madrid / CG

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Confidente VIP

Beloud, plataforma para músicos, acaba en un fracaso

La siniestra melodía de esta empresa tecnológica acaba como el rosario de la aurora

21 octubre, 2019 00:00

Los artistas que pretendan monetizar y difundir sus obras habrán de buscarse otro socio a partir de ahora. Porque Beloud Technology, firma que nació para apoyar a los músicos, concluye sus días en un batacazo de padre y muy señor mío.

El Juzgado Mercantil número 7 de Madrid ha declarado el concurso de acreedores de dicha empresa, fundada en 2014 por José Luis Ortega Sanz. Actúa de administrador concursal Gonzalo Ricardo Pérez Grijelmo.

Apoyo a los artistas

Beloud nació para lanzar una plataforma destinada a impulsar la difusión de la obra de los artistas e incrementar sus ingresos. Con tal finalidad, les proporcionaba una serie de herramientas por medio de las cuales esas obras habían de alcanzar una mayor visibilidad.

También determinaba una mayor presencia de los creadores en los medios y coadyuvaba a que consiguieran más conciertos y acrecentaran sus honorarios.

Beloud también facilitaba a los compositores los instrumentos para forjarse un perfil profesional, que podía incluir abundante información sobre sus actividades.

Asimismo, ofrecía otras opciones como montar una tienda virtual de fácil gestión o interactuar con sus seguidores.

La firma contó con el apoyo de la Comisión Europea, que de esta forma aportaba su granito de arena para formar una comunidad cultural de artistas del mundo musical.

Ingresos nulos

El expediente judicial presentado por Beloud es de liquidación por derribo, de modo que una vez ultimados los trámites del concurso de acreedores, la firma acabará sus días como empresa en funcionamiento y se extinguirá.

Este infortunio societario encierra una chocante paradoja. Beloud se montó para facilitar a los músicos la consecución de mayores ingresos económicos. Pero curiosamente, ha sido la propia Beloud la que no ha sido capaz de aumentar sus propios haberes, por lo que su devenir mercantil desemboca ahora en una declaración judicial de insolvencia y liquidación.

En sus cinco años de vida, sus ventas acumuladas han sido mínimas, de unos pocos miles de euros.