Luis Gallego, principal ejecutivo de IAG / EFE

Luis Gallego, principal ejecutivo de IAG / EFE

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La compra de Air Europa reabre la pugna entre España y Reino Unido en IAG

El entorno de Iberia insiste en intentar un nuevo acuerdo mientras el de British Airways, reacio desde el principio a la operación, pretende olvidarla para siempre

16 diciembre, 2021 00:00

La convulsa operación de compra de Air Europa por parte de Iberia, cuyo primer acuerdo data de hace más de dos años, ha reabierto viejas heridas en el seno de IAG, el hólding que agrupa a la antigua aerolínea de bandera española con sus socios British Airways, Air Lingus y Vueling. Mientras el entorno de Iberia es partidario del que sería un tercer pacto para ejecutar la maniobra, la parte británica sugiere cerrar este capitulo de forma definitiva.

Tras sucesivos tiras y aflojas, a primera hora de este miércoles IAG remitió un comunicado de información privilegiada (el anteriormente conocido como hecho relevante) a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que confirmaba lo que era un secreto a voces: las avanzadas negociaciones que mantenía con Globalia, matriz de Air Europa, para rescindir el contrato acordado en su día para su compra por parte de Iberia.

Discrepancias

Una información que el mercado descontaba casi por completo, como prueba el hecho de que las acciones del hólding de aerolíneas que preside Luis Gallego apenas mostró reacción alguna en los primeros compases de la sesión.

Lo cierto es que las conversaciones para dejar en vía muerta el acuerdo renovado que se alcanzó a inicios de 2021 están avanzadas… pero esto no significa necesariamente que la compra de Air Europa por Iberia se haya descartado por completo. En las filas de la antigua aerolínea de bandera española se estudia la posibilidad de resolver el contrato pero con la intención de poder diseñar uno nuevo, una vez más adaptado a las actuales circunstancias y que haga posible una operación rentable.

A vueltas con el precio

La parte británica del hólding también es favorable a la resolución, pero discrepa en la segunda parte. Algo que no es sorprendente ni constituye precisamente una novedad. En Harmondsworth, donde se ubican los cuarteles generales de British Airways, se ha visto con recelo la operación desde aquel primer acuerdo de noviembre de 2019, por el que Iberia se comprometió a desembolsar 1.000 millones de euros por hacerse con la aerolínea del imperio pergeñado por el veterano Juan José Hidalgo.

La facción británica de IAG consideró por entonces demasiado elevado el precio por un activo notablemente endeudado y una operación que, además, obligaría a numerosas desinversiones dada la exposición de ambas compañías a las rutas con Latinoamérica.

Renegociar por la crisis

No obstante, la figura de Luis Gallego, por entonces al frente de Iberia, inspiraba la suficiente confianza como para no poner obstáculos a la maniobra. La prueba es que apenas unos meses después, Gallego fue elegido para suceder a Willie Walsh como primer ejecutivo de IAG, aunque la repentina llegada de la pandemia retrasó el relevo efectivo hasta finales de 2020.

Con el español ya al frente del hólding, el enorme impacto de la crisis generada por la expansión del virus en el sector de la aviación comercial llevó a Iberia y Air Europa a volver a sentarse para renegociar las condiciones de la transacción.

El rescate del Estado

La conclusión fue un segundo acuerdo que dejaba el precio en torno a la mitad de lo pactado inicialmente, cerca de 500 millones de euros. A favor de los defensores de la maniobra jugaba el rescate que Air Europa había logrado del Estado español a través de la SEPI, con una inyección de 475 millones de euros que aseguraba su viabilidad al menos a corto y medio plazo.

Pero el entorno británico de IAG seguía en sus trece: era una operación arriesgada y demasiado cara. Y se basaron en el hecho de que la recuperación para el sector de la aviación comercial se demoraba más de lo previsto. Las estimaciones apuntan a que no recuperará las cifras de negocio previas a pandemia al menos hasta mediados de la década.

A la espera de Bruselas

Los reveses de las sucesivas oleadas del virus, con nuevas medidas restrictivas al transporte aéreo por parte de los Estados, complicaron también este segundo acuerdo, hasta el punto de que el propio Luis Gallego admitió que sería complicado ejecutarlo porque los números empezaban a no salir por ningún lado.

En este punto, las discrepancias en el seno del hólding residen en cuál debe ser el siguiente paso. En la ruptura del presente acuerdo coinciden, conscientes de que la Comisión Europea, que debe pronunciarse sobre él antes del próximo 4 de enero, le asestaría un golpe mortal por las numerosas condiciones que le impondría.

Reacción negativa en bolsa

A partir de aquí, Iberia es partidaria de un tercer intento, alentada también desde el Gobierno español, que considera a Air Europa como una compañía clave de un sector totalmente estratégico para un país que tiene al turismo como principal industria. Pero British Airways ve en este escenario una oportunidad ideal para cerrar de forma definitiva este capítulo.

Una situación delicada que no ha pasado desapercibida en los mercados. Si tras el comunicado de IAG a la CNMV el valor apenas se movió, al cierre registró un descenso del 4,5%, consecuencia de la incertidumbre generada por esta situación. Desde que se inició 2021, los títulos del hólding se dejan más de un 17%, pese al nefasto ejercicio que protagonizó en 2020.