Miquel Buch, consejero de Interior de la Generalitat / CG

Miquel Buch, consejero de Interior de la Generalitat / CG

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Buch planta a los comerciantes de la Meridiana y los deja a los pies de la ANC

El consejero catalán de Interior ni siquiera contesta a los 'botiguers' preocupados por el corte de los CDR pese a que han perdido el 40% de la caja

19 febrero, 2020 22:30

Plantón de Miquel Buch a los comerciantes. El consejero catalán de Interior pasa de la Fundación Barcelona Comerç, que capitanea la negociación para trasladar la protesta diaria de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) en la avenida Meridiana a otro lugar. El titular de la consejería (Junts per Catalunya) ni siquiera ha contestado ni se ha puesto al teléfono cuando le llama  la organización de botiguers, pese a que el bloqueo de la vía les causa pérdidas de hasta un 40%.

Así lo han señalado fuentes internas no oficiales del Departamento de Interior, que han recalcado que "ni Buch ni Pere Ferrer, nuevo director de los Mossos d'Esquadra, han recibido a los comerciantes afectados por el corte de la Meridiana, a pesar de la demanda de mantener una reunión". La actitud del conseller y del jefe de la policía catalana genera malestar en la sede del Departamento, situada en el número 355 de la calle Diputación de Barcelona. Altos cargos intermedios, no tan politizados como Buch y Ferrer, no entienden "cómo se está haciendo el sordo el consejero ante un problema de orden público que ya es de primer orden". El descontento no se limita a Interior, sino que ya ha cruzado la plaza de Sant Jaume. En el Ayuntamiento de Barcelona hay estupor por la actitud del Gobierno catalán con la protesta diaria en la arteria de entrada a Barcelona. "[Albert] Batlle no lo entiende. No se lo explica, y ya van varios requerimientos", indican las mismas fuentes.

Comerciantes: "Diálogo, de momento"

Esto es lo que se mueve entre bambalinas. Preguntada por la cuestión, la Fundación Barcelona Comerç, a la que pertenece la Unión de Comerciantes Fabra Centre, las más afectada, se muestra más conciliadora. Una portavoz ha recordado que "la protesta tiene permiso hasta el 28 de febrero, por lo que la junta se pone de plazo hasta ese día". ¿Qué haran en el ínterin? "Seguir negociando con el Departamento de Interior y con la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que es quien entró la comunicación para la manifestación diaria de 20:00 horas a 22:00 horas", ha señalado. Buscan los botiguers "trasladar o desplazar" la protesta a un lugar menos lesivo para el tráfico y la facturación de los comercios.

"Hay que conjugar los dos derechos, el derecho a la libre circulación y el derecho a la manifestación", ha agregado la misma representante. Llegado el 28 de febrero, y si no hay acuerdo y la protesta sigue produciendo graves retenciones y pérdidas al comercio, la Fundación "no descarta ninguna acción". ¿Acciones legales o denuncias a la fiscalía? "No descartamos nada", insisten, y no cerrar la vía del diálogo. Los comerciantes prefieren, por ahora, negociar, habida cuenta de la pluralidad ideológica que existe en el seno de la organización.

Paluzie nunca está disponible

Pese a la buena voluntad de los comerciantes, el independentismo no está por la labor de recibir a los afectados por el corte diario de la Meridiana. Si el conseller Miquel Buch y el director de los Mossos, Pere Ferrer pasan de recibir a una de las asociaciones gremiales más importantes de Barcelona, la ANC también juega al despiste. La asociación pseudocivil recibió el requerimiento de diálogo de los botiguers hace semanas. El equipo de Elisenda Paluzie ha hecho caso omiso a la petición, pese al grave daño que causa una protesta cuyo permiso pidieron ellos. "En Interior ni les reciben, y en el caso de la ANC, Paluzie argumenta que está de viaje desde hace semanas", insisten. Crónica Global no ha podido verificar la negativa de diálogo de la economista y su equipo porque la Assemblea no ha respondido a los requerimientos informativos de este medio.

Tampoco lo ha hecho la portavocía de prensa de Interior, pese a que el corte de la Meridiana constituye una crisis política de primer orden. Ello es así porque el Ayuntamiento de Barcelona reiteró ayer que pide al Govern detener o desplazar la protesta. Lo verbalizó el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni. El socialista se sumó así a las declaraciones del responsable de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, quien avanzó que ha pedido a la Generalitat intervenir en la protesta y acabar con lo que considera un "abuso".