Juan José Brugera y Pere Viñolas, presidente y consejero delegado de la socimi Colonial / CG

Juan José Brugera y Pere Viñolas, presidente y consejero delegado de la socimi Colonial / CG

Business

Colonial detecta que BCN va como un tiro y sube las rentas un 23%

Tras integrar Axiare, la socimi aumenta un 23% los ingresos, gana 525 millones y sus activos valen 11.350 millones. Incrementa un 11% el dividendo, a 0,2 euros por acción

26 febrero, 2019 17:55

En el último año y medio han salido de Cataluña más de 3.000 empresas ante la incertidumbre derivada del proceso secesionista, pero las que se quedan lo hacen a gusto y pagando un dineral. Que se lo digan a Colonial, la socimi que ha visto cómo los contratos de oficinas renovados en Barcelona en 2018 lo han hecho con una subida media del 23%.

Era uno de los datos más destacados tanto por el presidente Juan José Brugera, como por el consejero delegado Pere Viñolas, en la presentación de resultados del ejercicio 2018, en el que Colonial lograba aumentar los ingresos un 23%, hasta 347 millones de euros, cerrando con un beneficio de 525 millones, un 23% menos por las plusvalías extraordinarias generadas en 2017 por la venta de un activo en París.

De 3.744 a 5.098 millones de valor en un año

Es quizás el único dato relativamente negativo en unas cuentas que, como decía Brugera, registran “una progresión importante en todos los parámetros”. “Colonial valía hace un año 3.744 millones y ahora vale 5.098 millones”, comparaba el presidente de la socimi.

En los mismos términos comentaba Viñolas cómo “se ha generado valor para el accionista del 19% en un año”, gracias a la entrega de proyectos y a las operaciones de compras y ventas llevadas a cabo en el marco del proyecto Alpha IV.

Revalorización de activos, con o sin Axiare

Sobre el incremento del 22% en el valor de los activos, desde los 9.282 millones que valía la cartera de Colonial en 2017 a los 11.348 millones que alcanzaba al cierre del pasado ejercicio, quiso el CEO de la socimi puntualizar que “sin Axiare, el aumento habría sido del 8%, un porcentaje que muy pocas empresas son capaces de alcanzar solo con la gestión industrial de los activos".

Puestos a analizar las razones del incremento de las rentas “en un mercado que funciona muy bien”, reconocía Viñolas que en 2018 “Barcelona se había comportado mejor que Madrid”, en cuanto a la mejora de las rentas.

Normalización tras el 1-O 

Una situación que la enmarcaba el consejero delegado de Colonial en un “proceso de normalización de activos” tras los malos momentos que la actividad registró en Barcelona a finales e 2017 y principios de 2018, una vez celebrado el referéndum del 1-O.

A lo largo del pasado ejercicio, la socimi firmaba contratos en Barcelona con rentas un 10% superiores a las rentas del mercado, mientras que en Madrid y París los incrementos fueron del 8% y del 5%, respectivamente. En cuanto a las renovaciones de contratos antiguos, las subidas registradas en la Ciudad Condal alcanzaban el 23%, rozaban el 30% en Madrid y se quedaban en el 14% en París. “Si los edificios están llenos, los inquilinos aceptan el incremento de rentas”, sentenciaba Viñolas.

Principales contratos

Entre los contratos firmados en Barcelona destacaba Colonial los más de 3.600 metros cuadrados en el activo Parc Glòries, los 2.000 metros en la calle Amigó o los más de 1.000 metros cuadrados rubricados en Diagonal 609.

En Madrid, la socimi renovaba con Iberia los 16.000 metros cuadrados del edificio situado en la calle Martínez Villergas, y completaba, con varios inquilinos, los edificios The Window y Discovery Building, en ambos casos con 10.000 metros cuadrado de superficie.

Sube el dividendo un 11%, a 0,2 euros por acción

Con estos datos, Viñolas adelantaba que el consejo de Colonial propondrá a la junta de accionistas aumentar un 11% el dividendo, para abonar 0,2 euros por acción por los resultados obtenidos en 2018.

Cuestionado el consejero delegado sobre las incertidumbres internas y externas que se ciernen sobre el futuro de la economía, el primer ejecutivo de Colonial no escurría el bulto.

“Esas incertidumbres pueden afectar el crecimiento futuro de nuestra actividad, aunque nuestro sector se mueve con unas inercias distintas. Se puede enfriar, pero en el alquiler, y con plena ocupación, el impacto llega más retardado en el tiempo”, reflexionaba.