El gobierno municipal de Barcelona, que comanda Ada Colau, ha detenido las obras de la mayor promoción de viviendas de lujo de la ciudad. El ayuntamiento ha ordenado paralizar los trabajos de la Torre Estel, las antiguas oficinas de Telefónica en la avenida Roma de la Ciudad Condal, y que ahora albergarán 521 pisos de alto nivel, "por no ajustarse a licencia".
Según ha avanzado El Confidencial, el Ejecutivo local de BComú ha ordenado a la constructora paralizar los trabajos de renovación del edificio por excederse del permiso de construcción. Aunque la suspensión es para 15 días hasta que la firma adecúe el proyecto a normativa, los operarios ya están asegurando la obra por si la paralización se alarga en el tiempo. Ello incluye la colocación de andamios y medidas de seguridad.
Hotel frustrado
Cabe recordar que la Torre Estel de la avenida Roma de Barcelona albergará 521 pisos de alto standing y 575 plazas de garaje repartidos en 73.000 metros cuadrados. La promoción inmobiliaria es la mayor de su categoría en la Ciudad Condal, y viene impulsada por la imposibilidad de construir un hotel en la fachada de la torre que mira a la calle Mallorca.
Fachada posterior de la Torre Estel de Barcelona, donde la moratoria hotelera frustró un hotel / CG
Su antiguo dueño, el fondo de inversión Platinum Estates, adquirió el activo en 2014 por 56 millones de euros con el objetivo de reformarlo y abrir un alojamiento de alta categoría de la cadena Hyatt. La aprobación de la moratoria hotelera el 1 de julio de 2015, seguida del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat), frustró las intenciones del grupo inversor. Cabe recordar que el inmueble queda dentro de la zona dos del Peuat, lo que significa que sólo podría ganar una licencia hotelera si se diera de baja una igual en la misma área.
Abandonado
Las actuaciones municipales que han frustrado la puesta en valor del activo han llegado pese a que el edificio permanece abandonado desde 2011. Antigua sede de Telefónica en Barcelona, la torre fue adquirida por el grupo Carlyle con el objetivo de hacer viviendas de lujo. No obstante, el estallido de la burbuja inmobiliaria en España frustró la operación. Tres años después, el fondo ligado al magnate indio del textil Harry Mohinani cazó el edificio.
Los planes de Platinum Estates, no obstante, se vieron truncados cuando el Ayuntamiento de Barcelona decretó el polémico cerrojazo hotelero. Tras ello, la sociedad con sede en Hong Kong (China) se desprendió de la edificación por su política de rotación de portafolio.