Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, durante la primera jornada de los cortes de calles llamados 'Obrim Carrers' / CG

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, durante la primera jornada de los cortes de calles llamados 'Obrim Carrers' / CG

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Colau se jactó de expulsar coches de Barcelona 33 días antes el cierre de Nissan

La alcaldesa de la Ciudad Condal avisó de que "la nueva normalidad" era "no volver a ver las calles llenas de automóviles"

28 mayo, 2020 13:05

33 días. Este es el periodo de tiempo que ha pasado desde que Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, se jactara de expulsar coches de la Ciudad Condal y el anuncio oficial de la marcha de Nissan de la capital catalana, que dejará sin empleo a 2.800 personas e impactará sobre 25.000 puestos de trabajo indirectos. Poco más de un mes antes de la noticia, la primera edil presumía de que "la nueva normalidad" tras el coronavirus no pasaba por la "contaminación a la que no queremos volver. No queremos volver a unas calles llenas de coches".

Lo verbalizó la munícipe durante la presentación de la estrategia de la "nueva movilidad" del Ayuntamiento de Barcelona el 25 de abril. Aquel día, la electa de Barcelona en Comú informó de los cortes de los carriles laterales de arterias rodadas como Gran Vía y la avenida Diagonal. Asimismo, avisó de actuaciones "en favor del peatón" en otras calles como Vía Laietana, Consejo de Ciento, Rocafort y Girona. El presupuesto de las obras era de 4,4 millones de euros.

Polémicos cortes de calle

Cinco días después, el 30 de mayo, era la propia Janet Sanz, teniente de alcalde de Urbanismo, la que avanzaba el plan de Itinerarios Seguros o cortes de tráfico en siete grandes calles de la segunda mayor ciudad española. Eran en total 12 kilómetros de espacio para el tráfico que pasaban a los peatones. El plan, pensado para combatir la contaminación comunitaria del coronavirus, ha generado polémica.

Las patronales Foment del Treball y Cepyme lo añadieron en la batería de medidas del Ayuntamiento de Barcelona que creen, perjudicarán a la reactivación económica. Por su parte, sindicatos y patronales de seguridad avisaron de que los cortes de calles costaban 1,2 millones de euros solo en seguridad privada, tal y como avanzó este medio.

"Revertir el cierre"

Pese a la oposición de los empresarios a su política de "nueva movilidad", la alcaldesa de Barcelona ha tratado de reconciliarse con el sector del automóvil. Visitó hace dos días a los huelguistas de Nissan en Montcada i Reixac y, hoy jueves, cuando el fabricante automotriz ha confirmado que se marcha de Barcelona, ha pedido "revertir" la decisión.

Ello no ha gustado a la oposición, que ha recordado sus "declaraciones populistas" contra la industria del automóvil. Lo han hecho Ciudadanos, PP y Barcelona pel Canvi, que han alertado que las críticas de Barcelona en Comú a la industria de las cuatro ruedas no han ayudado a atar inversiones en el sector.