Latas de Coca-Cola, que serán más caras en Estados Unidos por los aranceles de Trump, en una imagen de archivo / CG

Latas de Coca-Cola, que serán más caras en Estados Unidos por los aranceles de Trump, en una imagen de archivo / CG

Business

La Coca-Cola será más cara en EEUU por los aranceles de Trump

El aumento del 10% de los impuestos sobre el aluminio encarecen la producción de las latas, un sobrecoste que puede llegar al cliente

7 agosto, 2018 10:51

La Coca-Cola será más cara en Estados Unidos. Los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump han afectado a la compañía de refrescos, que ha visto cómo la producción de las latas se ha encarecido un 10%. En concreto, es el impuesto sobre el aluminio que compran a China –material que se usa en los envases de la marca– el que ha afectado a Coca-Cola.

La medida es “disruptiva”, asegura el director ejecutivo de la compañía, James Quincey, a la CNN. Sin embargo, la consideran necesaria y avisan que no significa que el cliente note este cambio. Serán los vendedores minoristas los que tendrán que decidir si trasladan el incremento del precio a los consumidores o no. 

Otras marcas del grupo

Aunque todavía no han especificado a qué refrescos afectará la medida, se prevé que no sólo sea la Coca-Cola, sino también otras marcas del grupo, como Sprite, Fanta y Minute Maid. Según adelantó The Wall Street Journal, la decisión de subir los precios llega después de que la compañía casi duplicara sus beneficios: pasó de ganar 1.400 millones de dólares a 2.300 millones.

No es la primera empresa estadounidense que decide subir los precios de sus productos debido a los aranceles impuestos por Trump en marzo. La guerra comercial iniciada por el presidente de EEUU con la Unión Europea, China, Canadá y México también ha afectado, entre otras, a los juguetes de Hasbro y a las principales automovilísticas –General Motors, Ford, Chrysler–, que revisaron sus expectativas económicas para 2018.

El Gobierno lo negó

Desde el Gobierno, el secretario de comercio, Wilbur Ross, negó cuando entraron en vigor los nuevos aranceles en marzo de este año que la medida comercial fuera a tener impacto en los precios finalistas. Ahora, parece que las compañías empiezan a optar por cargar a los clientes los sobrecostes de producción provocados por los impuestos.