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La SEPI valida los planes de Celsa y los acreedores pero advierte: no hay tiempo

El organismo público agiliza los trámites con Bruselas mientras mete presión a las partes implicadas ante lo apurado de la negociación

18 junio, 2022 00:00

Los relojes para el rescate público de Celsa están en marcha, aunque todavía falta lo más difícil: un acuerdo entre la dirección de la compañía y el grueso de los acreedores que, a día de hoy, no se antoja sencillo. Al menos, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha agilizado al máximo los trámites a la espera del ansiado pacto. Ha sido éste uno de los objetivos del fondo de ayuda a empresas estratégicas a la hora de aprobar, aún sin concluir las negociaciones, el plan de rescate de 550 millones al que el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda dio su bendición provisional hace algunas semanas.

La llamativa maniobra del consejo del fondo, que no se esperaba sin el acuerdo previo entre las partes, supone también dar por buenas las diferentes propuestas que la compañía y sus acreedores se han hecho llegar mutuamente en los últimos días. Todas ellas cabrían en el mecanismo diseñado por el fondo, basado en sendos préstamos, ordinario y participativo, que totalizan la citada cifra y que precisan del plácet de la Comisión Europea para continuar con el trámite.

Equipos activados

Hasta la mesa de la SEPI han llegado las diferentes propuestas que se han remitido las partes, cuyos equipos de negociación llevan varios días permanentemente activados, listos en cualquier momento para estudiar una nueva oferta o, llegado un momento, sentarse a negociar. 

El interior de la planta de Celsa en Castellbisbal (Barcelona) / CELSA

El interior de la planta de Celsa en Castellbisbal (Barcelona) / CELSA

Una circunstancia, esta última, que no ha sido ni mucho menos la más habitual desde que la aprobación preliminar del rescate por parte de la SEPI precipitó los acontecimientos.

Última oferta

“El consejo del fondo de ayuda conoce el detalle de las ofertas y no ha encontrado elemento que las invalide por ser incompatible con el esquema que diseñó; de ahí que, ante la premura de tiempo, haya decidido remitir la aprobación a Bruselas y esperar a que llegue al fin la fumata blanca”, apunta una fuente conocedora de la situación. Todo ello, mientras la Comisión Europea comprueba que los préstamos se ajustan a la normativa comunitaria de ayudas públicas.

La última de las propuestas conocidas llegaba este mismo viernes por la parte acreedora, que ha decidido introducir algunas novedades en relación con el planteamiento que trasladó la pasada semana, en respuesta al enviado por Celsa. 

Línea roja

Una de las principales es la aportación por parte de los fondos de los 50 millones de euros que la familia Rubiralta, propietarios del grupo siderúrgico, están dispuestos a poner sobre la mesa para facilitar el rescate. Además, los tenedores de deuda renunciarían a percibir cantidad alguna que resultara del rendimiento de la empresa, una vez repagados los préstamos del fondo de la SEPI. 

Francesc Rubiralta Rubió, presidente del grupo Celsa / CG

Francesc Rubiralta Rubió, presidente del grupo Celsa / CG

Cesiones que se traducen en un total de 630 millones de euros, entre quitas adicionales y ampliación de capital, pero por la que los acreedores pretenden cobrar un precio que los Rubiralta siempre se han negado en redondo a pagar: las acciones de Celsa. 

Un paso atrás

En concreto, un 75% del capital que quedaría en manos de los fondos que, en su día, tomaron el control de la deuda a través de ofertas de derribo a la banca tradicional, que quería sacar de sus balances activos de este tipo. 

Aunque no ha habido respuesta, al menos de forma oficial por parte de la dirección de Celsa, fuentes próximas consideran que la última oferta no sólo no hace avanzar la negociación si no que, incluso, da un paso atrás. Insiste en un elemento como el cambio de propiedad que el socio de la acerera ni pone encima de la mesa: directamente, no es negociable. 

Ofertas complementarias

Hasta el punto de que las citadas fuentes apuntan a que pareciera que los acreedores han trasladado este esquema con el único fin de que sea rechazado.

En cualquier caso, según ha podido saber Crónica Global, este último ofrecimiento no hace decaer la oferta de la semana pasada, que seguiría en vigor. Simplemente, supone una alternativa más sin que ninguna de las dos tenga prevalencia o esté por encima de la otra.

Contrarreloj 

Además de a Celsa, la oferta también ha llegado hasta el fondo de la SEPI, por lo que los fondos dan por hecho que cuenta también con el aval del organismo público.

Imagen de archivo de un encuentro del Consejo de Ministros / EP

Imagen de archivo de un encuentro del Consejo de Ministros / EP

Con todo, la remisión de la documentación a Bruselas también persigue un tercer objetivo, como es el de alertar a las partes de que el tiempo corre en contra del rescate y que restan apenas 11 días para que el Consejo de Ministros dé el necesario visto bueno. Para entonces sí que es necesario el acuerdo de las partes. Y el mensaje de la SEPI no puede ser más claro: no hay tiempo.