Dos trabajadores de la planta de regeneración de El Prat del Llobregat (Barcelona), una medida para luchar contra la sequía en Cataluña / CG

Dos trabajadores de la planta de regeneración de El Prat del Llobregat (Barcelona), una medida para luchar contra la sequía en Cataluña / CG

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Cataluña añade la regeneración a la lucha contra la sequía

La estación de El Prat de Llobregat tiene capacidad de ofrecer un tratamiento terciario para eliminar más sólidos y bacterias a más de 100 piscinas olímpicas al día

21 diciembre, 2017 00:00

Las medidas que se han activado en Cataluña ante la prealerta por sequía en el territorio incluyen la apuesta por la regeneración, un tratamiento añadido a la depuración de las aguas para ser vertidas de nuevo en un río. La planta de El Prat de Llobregat, que explota Aigües de Barcelona (grupo Agbar), es la instalación puntera en este campo. Construida hace una década, espera obtener los permisos necesarios para operar a pleno rendimiento desde el 1 de enero.

El consejo de administración de la Agencia Catalana del Agua (ACA) aprobará en su encuentro de finales de diciembre el convenio con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) necesario para iniciar la explotación. La empresa pública de la Generalitat aporta la financiación para cubrir los costes de explotación de la infraestructura, estimados en 2,5 millones de euros en el próximo año.

Tratamiento más barato que desalinizar

Así consta en el documento al que dará el visto bueno el consejo de administración encabezado por Jordi Agustí. Los portavoces de la compañía pública indican que se reserva otro millón de euros por si se tuviera que incrementar la producción de agua regenerada, una precaución por si la escasez de recursos hídricos va a más, y otro millón por las posibles actuaciones de mejora y adecuación de la instalación.

Un presupuesto que, en cualquier caso, resulta más económico que mantener las plantas desalinizadoras, que actualmente están al 70% en Cataluña. Los mismos interlocutores explican que el alto consumo energético de estas plantas eleva el precio del metro cúbico de agua que se potabiliza.

Eliminar sólidos y bacterias

¿Qué se hace en una estación de regeneración? El director de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de El Prat, Javier Santos, explica en una visita que se “eliminan con microfiltraciones los pocos sólidos” que quedan en el líquido tras la primera filtración, el desarenado, el tratamiento biológico y la decantación.

Javier Santos, jefe de la depuradora de El Prat del Llobregat (Barcelona) en el que se usa la regeneración para atajar la sequía / CG

Javier Santos, jefe de la depuradora de El Prat del Llobregat (Barcelona) en el que se usa la regeneración para atajar la sequía / CG

Javier Santos, jefe de la depuradora de El Prat del Llobregat (Barcelona) en el que se usa la regeneración para atajar la sequía / CG

Es decir, el tratamiento habitual que se hace al agua que llega del alcantarillado de los siete municipios a los que da servicio la infraestructura antes de llegar al mar. Después de esta filtración extraordinaria, se eliminan bacterias mediante un proceso de desinfección en el que se usan rayos ultravioleta.

Posibles usos

El ejecutivo de Aigües de Barcelona explica que el líquido resultante es de una “calidad excepcional” y que podría llegar a tener multitud de destinos. Recargar las lagunas del delta del Llobregat, las balsas del municipio de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), ponerla a disposición de los regantes del parque agrario de Sant Boi o llevarla hasta el depósito de Montjuïc para el baldeo de calles y el riego de parques de la capital catalana y su ámbito de influencia.

Pero en un momento de sequía, con los embalses catalanes al 46% de su capacidad --y aquí cabe tener en cuenta que si llegan al 40% se entra en una fase de alerta--, su uso más importante sería el bombeo a través de una tubería de 15 kilómetros hasta Molins de Rei. Allí se vierte de nuevo en el río Llobregat para mejorar el caudal.

La infraestructura necesaria para hacerlo posible está construida desde hace 10 años e incluye un tratamiento del recurso puntero en Europa. La llamada osmosis inversa, en la que se eliminan los azúcares y las sales con unos filtros especiales.

Salinización de los acuíferos

De esta forma, también se lucha contra otro problema de la sequía que va más allá del abastecimiento doméstico: la “intrusión salina” del acuífero del Baix Llobregat, tal y como explica Santos. La escasez de lluvia lleva a que bajen los niveles de agua dulce subterránea almacenada y se filtra la de mar, con sal. Hecho que lleva a la inhabilitación de estos recursos para el posible abastecimiento.

Aigües de Barcelona, la empresa que explota la instalación, cuenta con 14 pozos repartidos por el litoral de la capital catalana para “elevar el nivel de agua de la zona y propiciar una barrera al recurso salino”, añade el director.

Puesta en marcha

La estación de El Prat podría llegar a regenerar lo equivalente a “más de 100 piscinas olímpicas al día de agua de una excelente capacidad”. La falta del convenio de explotación lleva a que sólo funcione como para limpiar “tres piscinas olímpicas al mes” que se usan para regar las zonas verdes de las instalaciones y la refrigeración de equipos industriales de la zona, cuestión que se espera resolver en la próxima reunión de la directiva de la ACA.

Imagen de la planta depuradora de El Prat / CG

Imagen de la planta depuradora de El Prat / CG

Imagen de la planta depuradora de El Prat / CG

Aunque deberán pasar entre cuatro y cinco meses para que llegue al 100% de su capacidad. Coincidiría con el momento en el que la falta de recursos hídricos se puede acentuar, y entrar en la fase de alerta por sequía implica restricciones en el riego, el llenado de piscinas y el uso metropolitano, como el cierre de fuentes ornamentales que no dispongan de un circuito cerrado.

Tres años de lluvias escasas

Se da casi por sentado que esa será la realidad en Cataluña en abril. Aunque llueva mucho, los tres años acumulados de lluvias por debajo de la media han hecho mella en las reservas de los pantanos. Por ello urge la habilitación de todas las medidas necesarias para entrar en fase de excepcionalidad o de emergencia, dos niveles más en las alertas por sequía que implican restricciones incluso en el uso doméstico.