En el centro, la alcaldesa Manuela Carmena y el ministro José Luis Ábalos, junto al concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, a la izquierda, y el presidente de DCN, Antonio Béjar

En el centro, la alcaldesa Manuela Carmena y el ministro José Luis Ábalos, junto al concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, a la izquierda, y el presidente de DCN, Antonio Béjar

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A Carmena, como a Botella, también le pilla el toro con la Operación Chamartín

El Ayuntamiento de Madrid deberá responder las 3.500 alegaciones presentadas al proyecto, con lo que se pone en riesgo la aprobación definitiva antes de las elecciones del 26-M

8 diciembre, 2018 00:00

Por el ahora denominado proyecto Madrid Nuevo Norte --la operación Chamartín, para entendernos--, han pasado, en los últimos 25 años, ocho ministros de Fomento, seis presidentes de la Comunidad de Madrid y cuatro alcaldes de la capital.

Y está por ver si la última y definitiva foto de este ‘maldito’ desarrollo urbanístico se la hacen José Luis Ábalos, Ángel Garrido y Manuela Carmena, los actuales titulares del Ministerio, la presidencia regional y el Consistorio.

Responder a 3.500 alegaciones

Parecía imposible que no fueran a ser los últimos mandatarios de la operación, pero la posibilidad de que el proyecto no cuente con el visto bueno definitivo antes de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 26 de mayo vuelve a sobrevolar ante el aluvión de alegaciones presentadas durante la fase de exposición pública a la aprobación inicial, finalizada el pasado 5 de diciembre.

De momento, las más de 3.500 alegaciones presentadas hacen inviable que, como estaba previsto, el último Pleno del año del Ayuntamiento, a celebrar el próximo 20 de diciembre, lleve al orden del día la aprobación provisional de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que desarrolla el proyecto Madrid Nuevo Norte, promovido por Distrito Castellana Norte (DCN), la sociedad participada por BBVA, al 75%, y el Grupo San José, con el 25% restante.

"Tramitación larga"

A partir de aquí, son todo nuevas cábalas. Y ni siquiera la portavoz municipal, Rita Maestre, a la vista del ingente volumen de alegaciones presentadas, se atrevía el pasado miércoles a acotar, tras la reunión de la junta de gobierno, una nueva fecha para esa aprobación.

Salía del paso con una ambigua explicación en la que afirmaba que “la tramitación es larga y no está en el calendario próximo su discusión. Quedan pasos que dar y trámites administrativos en desarrollo”, señalaba, para zanjar el asunto con la esperanza, sin base alguna, de que “Madrid Nuevo Norte llegará al Pleno antes de las elecciones de mayo”.

En manos de los técnicos

No resultará fácil. Responder a una esas más de 3.500 alegaciones lleva mucho tiempo de trabajo en los despachos por parte de los técnicos de Urbanismo. Una labor que, como ya ocurriera hace cuatro años, cuando Ana Botella ocupaba el sillón presidencial en el Ayuntamiento, no se va a acelerar en absoluto por cuestiones políticas.

Entonces, el proyecto no salió, y eso que las alegaciones fueron casi la mitad, aunque con algo menos de tiempo. Al final, hubo cambio de Gobierno y, con la llegada de Manuela Carmena a la alcaldía, todo se fue al garete. Hubo que empezar de nuevo, hasta llegar a alumbrar un nuevo plan, el que ahora está sobre la mesa. El que BBVA aceptaba a regañadientes al asumir un recorte sustancial de la edificabilidad. Mejor esto que nada.

Si Carmena no gana, nuevas modificaciones y más retrasos

Ahora, si por un casual, el nuevo plan tampoco llega a ser aprobado y Carmena no retiene la alcaldía, cualquier otra alternativa de gobierno abriría la puerta a otra nueva modificación del actual proyecto, con lo que volverían a acumularse más retrasos.

En esta ocasión, han sido cuatro grupos, vinculados a las posiciones contrarias al plan que mantienen algunos ediles de la rama anticapitalista de Podemos, los que han firmado las alegaciones.

Instrumento de reequilibrio real de la ciudad

Plataforma Zona Norte, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), Ecologistas en Acción y el Instituto para la Democracia y el Municipalismo (DM) piden directamente al Ayuntamiento de Madrid que, a la vista de las suspenda la tramitación de Madrid Nuevo Norte “con el fin de mejorar la operación urbanística, convirtiéndola en un instrumento para el reequilibrio real de la ciudad”.

A tal conclusión llegan tras apreciar supuestas incompatibilidades legales, como que el volumen a edificar supera los límites del PGOU, o que la superficie dedicada a usos comerciales en la estación de Chamartín duplica ampliamente la especificada en el plan general.

Zona verde sobre superficie de hormigón

Las alegaciones hacen también especial hincapié en la debilidad de informes justificativos esenciales que afectan a la movilidad, la sostenibilidad económica o la demanda de suelo terciario, motivado, según se recoge en las alegaciones, por la precipitación y falta de rigor con que se ha realizado el proyecto de modificación de este plan.

Otro de los graves problemas identificados en esas alegaciones es el bajo volumen de vivienda social comprometida, inferior al mínimo legal en suelo urbanizable, o la limitación de las zonas verdes a un parque sobre una gran superficie de hormigón.