Miquel Valls (i), presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, junto al responsable de estudio de infraestructuras de la institución de dinamización empresarial, Cristian Bardají (d) / CG

Miquel Valls (i), presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, junto al responsable de estudio de infraestructuras de la institución de dinamización empresarial, Cristian Bardají (d) / CG

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La Cámara de Comercio advierte de las promesas falsas en inversiones en infraestructuras

Toca la cara tanto al Gobierno central como al catalán por la falta de coordinación en el ámbito ejecutivo y por la lentitud de la puesta en marcha incluso de la planificación de proyectos

15 junio, 2017 12:35

La Cámara de Comercio de Barcelona ha dado un golpe sobre la mesa este jueves, 15 de junio, por los anuncios de inversiones de infraestructuras para agilizar la movilidad en Cataluña. Para la institución de dinamización empresarial, son anuncios vacíos que no se podrán ejecutar en el horizonte de 2020 y que están “abocados a generar frustración”, en palabras de su presidente, Miquel Valls.

“Los políticos prometen cosas que no se pueden cumplir, que se sabe que son propuestas de voluntades no realizables”, añade. Junto al responsable de estudios de infraestructuras de la entidad, Cristian Bardají, ha repasado casos concretos que se incluían en el plan de inversión 2017-20 que anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hace tres meses en Barcelona.

Del Cuarto Cinturón al soterramiento de Montcada

Proyectos como los 403 millones comprometidos en el impulso del Cuarto Cinturón, la circunvalación prevista por las comarcas del Vallès Occidental y el Vallès Oriental. La cámara constata que se ha tardado casi un año en adjudicar la redacción del proyecto, una lentitud inusual para una vía que está en estudio desde medianos de los años 90 del siglo XX y que implica que su prolongamiento (está construido el tramo de los alrededores de Terrassa) empezará más allá de los cuatro años previstos.

En cuanto al nuevo acceso a la T1 del aeropuerto de El Prat, solo se ha proyectado un túnel sin definir la contratación, la explotación ni la operación. Algo parecido ocurre con el soterramiento del nudo de Montcada i Reixac, punto de confluencia de varias líneas de Renfe. Se trata de una de las inversiones más reivindicadas por los vecinos del municipio. Solo se han licitado dos estudios informativos, por lo que el plazo de inicio y ejecución de las obras van mucho más allá de 2020.

En el otro gran nudo urbano que se debe soterrar, el de la Torrassa en L'Hospitalet del Llobregat, ni siquiera está prevista la tramitación administrativa.

Falta de coordinación con la Generalitat

Otros dos proyectos altamente reclamados por los agentes sociales catalanes son el impulso definitivo del Corredor Mediterráneo y la adecuación del sistema de Rodalies de Renfe. Se han anunciado avances que también se enmiendan desde la entidad de dinamización empresarial.

“El plan de Rodalies es inviable en estos momentos, no se podrá cumplir y lo afirmamos de forma tajante”, ha asegurado Valls. ¿Por qué? “Por dificultades contractuales y de ejecución administrativa”. La cámara también sanciona a la Generalitat por la falta de coordinación con el Estado para definir juntos una planificación adecuada con una dotación económica real.

Valls desvincula esta falta de entendimiento del proceso independentista. Indica que también se da de forma habitual en países como Francia o Alemania cuando los gobiernos centrales deben trabajar codo con codo con los locales.

Rescisión de contratos del Corredor

Lo mismo que condena al letargo el muy reclamado Corredor Mediterráneo. Valls confirma que se sigue enrocado en la definición de cómo se pasa del ancho de vía ibérica al estándar europeo. Motivo por el cual se acaban de anular dos obras constructivas.

“Cuando dicen que vamos para adelante empezamos por la rescisión de contratos, y eso en todo el mundo quiere decir más tiempo”, lamenta el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.

Frustración que se debe contestar en las urnas

Valls concluye que el plan de infraestructuras para Cataluña actual tiene un “exceso de voluntarismo, falta un análisis de profundidad y no será asumible en el tiempo”.

“Si los usuarios lo supieran, las manifestaciones aún serían mucho más extensas” por las horas de espera y el tiempo perdido “por culpa de la falta de coordinación de las Administraciones Públicas”. La institución advierte de que esto genera frustración en la ciudadanía. “Y la frustración sólo se puede contestar en una votación”, sentencia. Indica que las falsas promesas tendrán repercusiones en las elecciones.