El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri (d), y el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar (i), durante la primera reunión de la junta de accionistas de la entidad / EP

El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri (d), y el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar (i), durante la primera reunión de la junta de accionistas de la entidad / EP

Business

Caixabank impresiona al mercado con un plan inesperadamente ambicioso

Los objetivos de rentabilidad y generación de capital y el volumen de recompra de títulos supera todas las estimaciones y Goirigolzarri avisa: pasó la etapa de las estrategias defensivas

18 mayo, 2022 00:00

El tiempo dirá si los analistas fueron demasiado prudentes o Caixabank ha pecado de exceso de optimismo, pero lo cierto es que el primer plan estratégico de la entidad tras su fusión con Bankia ha dejado impresionados a propios y extraños por ir considerablemente más lejos de lo que la mayoría esperaba. Un hecho que no sólo se ha reflejado en los potentes avances de la entidad en bolsa (+5,17%) sino también en las estimaciones de los expertos. 

No se esperaba una hoja de ruta rompedora ni disruptiva, uno de los términos de moda en tiempos de cambio. De hecho, el plan estratégico 2022-2024 de Caixabank no tiene estas características. Pero al mercado le han sorprendido, para bien en este caso, algunas de las cifras de objetivos e incluso de actuaciones inmediatas, que no se esperaban ni mucho menos tan gruesas.

Romper pronósticos

Caixabank ha logrado, además, romper una racha negativa que ya amenazaba con transformarse en tendencia en el sector. El mercado ha reaccionado en numerosas ocasiones de forma negativa o incluso muy negativa a presentaciones de planes de este tipo o de resultados que, aparentemente, contaban con numerosos factores positivos. Preguntados por esta cuestión, los ejecutivos acostumbran a responder que en el mercado influyen muchos aspectos, algunos ajenos a la entidad o incluso al sector, y que conviene analizar el comportamiento bursátil con algo de perspectiva.

“Tienen parte de razón pero diría que hay un factor fundamental por encima de todo eso: lo que esperan los inversores, las previsiones internas que han manejado para hacer sus números. Si la entidad en cuestión es capaz de superarlas, todas las dudas se van a disipar. Y éste ha sido un caso muy claro”, apuntan desde una firma de bolsa internacional. 

Generar capital

Dos cifras han llamado la atención por encima del resto y han roto buena parte de los cálculos previos realizados en las mesas de análisis. En primer lugar, la capacidad de generar 9.000 millones de euros de capital, la mayoría del cual irá a parar a la remuneración del accionista, además de mantener un cómodo colchón de más de 300 puntos básicos respecto a los mínimos regulatorios.

Distintivo y logo de las oficinas de Caixabank / Jesús Hellín (EP)

Distintivo y logo de las oficinas de Caixabank / Jesús Hellín (EP)

Sin embargo, en este escenario no hay una modificación de la política de dividendos. Es más, incluso Caixabank ha hecho un cierto ejercicio de prudencia y se ha limitado a apuntar a un 'pay-out' por encima del 50%, mientras que a comienzos de año, aun sin la guerra de Ucrania como telón de fondo, se había atrevido incluso a marcar una horquilla que llegaba hasta el 60%. 

¿Adónde llegará el beneficio?

Pero por entonces, con lo que no contaba el mercado era con la referencia de los 9.000 millones. “¿Dónde van a llegar entonces los beneficios si Caixabank es capaz de retribuir así a sus socios?”, preguntaba la prensa en la presentación del plan ante los medios. “No damos esta referencia pero un indicador puede ser nuestro objetivo de rentabilidad del 12% sobre recursos propios tangibles (ROTE) en 2024”, respondió el consejero delegado, Gonzalo Gortázar.

A su lado, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, añadía, no sin intención, que “ahora los analistas estarán haciendo muchos números con estos datos para determinar los cálculos y hacer sus propias previsiones”.

Sede de Caixabank en Madrid / EP

Sede de Caixabank en Madrid / EP

 Empleó el segundo y último presidente del ya extinto Bankia el verbo “hacer” cuando el más correcto hubiera sido “rehacer”. Porque el plan de Caixabank ha forzado muchos tachones, muchos números superpuestos y algún que otro papel encestado en la papelera previa conversión malhumorada en improvisado balón de baloncesto. 

Porque la segunda sorpresa ha llegado de la mano del programa de recompra de acciones, valorado en un máximo de 1.800 millones de euros, lo que que equivale a algo más del 7% de la actual capitalización de la entidad incluso tras la notable revalorización del martes. 

Un "escenario central"

“El mercado esperaba una cifra sensiblemente inferior. Manejaba los precedentes de BBVA y Santander. El primer caso no era comparable al contar el banco con un exceso de capital proveniente de una operación muy voluminosa como la venta del negocio en EEUU; en el segundo, la recompra de títulos ha sido de poco más de 1.600 millones de euros. Lo que menos esperaban los inversores eran números por encima de éstos”, apunta la fuente. 

Con todo, pese a lo que pudiera parecer, las cifras son en algunos casos incluso algo conservadoras. El propio Goirigolzarri explicó en la presentación ante la prensa que el objetivo de generar 9.000 millones de euros de capital en los tres años de vigencia del plan responde “a un escenario central”, lo que deja incluso margen de mejora.

Previsiones conservadoras

Es cierto que, de igual forma, también lo deja para todo lo contrario, como aclaró Gortázar al recordar que la hoja de ruta contempla una alternativa por si el comportamiento de los tipos de interés no es el esperado, que derivaría en un recorte de 1.000 millones de euros en la generación de capital y de entre uno y dos puntos en el objetivo de ROTE. 

No obstante, las previsiones incluidas en el plan contemplan un euríbor a doce meses del 0,36% para el cierre de 2022. La media en mayo ya transita por el 0,23%, tras una subida de 75 puntos básicos desde el final de 2021, es decir, en cuatro meses y medio… “y el Banco Central Europeo (BCE) aún no ha movido ficha”, recuerdan los expertos. 

Adiós a la estrategia defensiva

El alza de tipos forma parte del discurso empleado por Goirigolzarri, que suele representar el lado más optimista del tándem que forma con Gortázar, al que corresponde el papel de prudente; algo lógico si se tiene en cuenta el reparto de papeles articulado en la génesis de la fusión, que reservó al primero las áreas de Auditoría, Comunicación y Secretaría del consejo (la célebre fórmula de “el periodista y el abogado” de los clásicos) mientras que la operativa diaria cae del lado del segundo. 

No resultó extraño que fuera precisamente Goirigolzarri quien señalara que el plan ha sido elaborado “desde la ilusión y la esperanza, algo que hasta hace no mucho no podíamos hacer debido al entorno tan complicado”. Y también lanzó un aviso a navegantes, competidores… o simplemente a quien corresponda: “Antes las estrategias eran defensivas. Ahora, gracias a nuestro tamaño y la combinación de negocios, podemos hacer una de crecimiento”. De entrada, los números sobre el papel han gustado mucho. Ahora toca hacerlos realidad.