Sede de Caixabank en Barcelona / EP

Sede de Caixabank en Barcelona / EP

Business

Caixabank absorberá Bankia con una fusión que se espera para antes de fin de año

La entidad resultante contaría con Goirigolzarri como presidente y con Gortázar como consejero delegado, aunque el capítulo de la gobernanza aun no está cerrado

4 septiembre, 2020 01:22

La mayor operación en el sector financiero español en lo que va de siglo se estructurará a través de una fusión por absorción de Bankia por parte de Caixabank. Según fuentes del sector, en estos términos se plantean las negociaciones que ambas entidades han pactado iniciar, para dar como resultante la primera entidad del país, con activos valorados en más de 650.000 millones de euros.

Por ahora, precisamente, uno de los pocos acuerdos al que han llegado las entidades es el sentarse a la mesa para tratar sobre la operación, aunque las citadas fuentes confirman a Crónica Global que la intención de ambas es muy firme y que, lejos de tratarse de una mera posibilidad, la fusión tiene muchas posibilidades de salir adelante.

Acuerdo político

De hecho, Caixabank y Bankia trabajan para poder cerrar cuanto antes la operación, incluso antes de que finalice el presente año si fuera posible.

Uno de los factores que juegan a favor de que la unión entre ambas entidades pueda cerrarse con cierta agilidad es que cuenta con el plácet político, toda vez que el Gobierno ve en la operación una buena salida para recuperar el dinero de las ayudas del rescate a Bankia --valorado en el entorno de los 24.000 millones de euros-- de los que apenas ha podido recuperar 3.000 millones, incluyendo los dividendos repartidos por ésta.

Gobernanza encarrilada

Por otro lado, la fusión también contaría con el apoyo inicial del Banco Central Europeo (BCE), a falta de conocer las condiciones definitivas de la transacción. Precisamente, Luis de Guindos, vicepresidente del organismo emisor, insistió a comienzos de esta semana en la conveniencia de que las entidades financieras pusieran en marcha un proceso de consolidación ante el preocupante descenso de la rentabilidad que han experimentado debido al escenario continuado de tipos de interés históricamente bajos en la zona euro, una situación que se ha visto además agravada por el estallido de la pandemia del coronavirus.

Entre las cuestiones a negociar que están encima de la mesa, está la de la gobernanza de la entidad resultante, sobre la que todavía no existe un acuerdo en firme. Sin embargo, todo apunta a que los principales papeles se los repartirán el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri que, además, ostentarían precisamente esos mismos cargos en el nuevo banco. Ambos se encuentran entre los ejecutivos más valorados del sector.

Ecuación de canje

Aunque este aspecto aun no está cerrado en su totalidad, no parece revestir tantas aristas como en el primer intento de fusión entre ambos bancos, que data de 2012. Por entonces, uno de los elementos que hizo imposible cristalizar la operación fue la falta de acuerdo entorno al gobierno corporativo de la entidad resultante. Un obstáculo que, en este caso, se ha procurado allanar antes de proceder a dar los siguientes pasos.

Otro elemento que será objeto de intensa discusión durante las próximas semanas es la ecuación de canje que se aplicará para ejecutar la fusión, de la que dependerá, entre otras cuestiones, la compensación que percibirá el Estado por la participación de algo más del 61% que mantiene actualmente en Bankia.

Sede coincidente

Con la ecuación resultante de las cotizaciones de ambos bancos a cierre de la sesión de este jueves, el Estado pasaría a tener una participación entorno al 18% de la entidad resultante, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y sería el segundo accionista por detrás de la Fundación Bancaria La Caixa.

También deberá negociarse el futuro de las marcas, si se mantendrán ambas, prevalecerá Caixabank o, incluso, se creará una nueva. En lo que no parece que vaya a haber debate es en la localización de la sede social del nuevo banco ya que, tanto Caixabank como Bankia, la tienen situada en Valencia.