Imagen de uno de los supermercados del grupo Bon Preu / BON PREU

Imagen de uno de los supermercados del grupo Bon Preu / BON PREU

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La justicia rechaza nombrar a un árbitro entre los dueños de Bon Preu

El TSJC declina la petición del presidente, Joan Font, enfrentado desde hace años con su hermano Josep por el futuro de la cadena de supermercados

18 abril, 2019 11:35

Que los hermanos Joan y Josep Font lleguen a un pacto es la alternativa más factible, por ahora, para resolver en el conflicto en la propiedad de Bon Preu y evitar la escisión de la cadena de supermercados catalana. Las dos familias enfrentadas no dispondrán de ningún árbitro que asuma la mediación, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha desestimado la petición del primero, el presidente del grupo.

Persiste el bloqueo en el enfrentamiento que mantienen desde hace años los Font Fabregó, cuya génesis se encuentra en la entrada de la tercera generación en la gestión. El aterrizaje de Abel Font en la vicepresidencia de la compañía --Josep Font le pasó el testigo en enero-- ha marcado el inicio de una nueva etapa.

Audiencia de Barcelona

Su tío no dispondrá del apoyo de un mediador que quería para acercarse a su hermano. Además, el Alto Tribunal catalán ha condenado al principal gestor de Bon Preu a pagar las costas en una resolución que se ha comunicado a las partes en plena Semana Santa.

Joan Font, presidente de la cadena de supermercados independentista Bon Preu / CG

Joan Font, presidente de la cadena de supermercados independentista Bon Preu / CG

Joan Font, presidente de la cadena de supermercados Bon Preu / CG

Queda pendiente otra causa judicial, la que se dirime en la sección de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Provincial. Será esta partida la que deberá valorar la sentencia del pasado noviembre del Tribunal Mercantil número 8 respecto a la valoración de los activos de los supermercados.

Cuatro valoraciones

Así se inició la pugna judicial de los herederos del grupo. El ahora exvicepresidente, cansado de no tener ni voz ni voto respecto a las decisiones de negocio que tomaba su hermano mayor, manifestó su intención de abandonar la compañía y pidió a Joan Font que le comprara su 50% de la propiedad. Nunca se han puesto de acuerdo en cuánto valía esta participación, ya que el diálogo se enrocó y se inició el proceso técnico que estaba estipulado en los estatutos de la compañía y el protocolo que regía las relaciones familiares.

En el marco de esta etapa, las dos familias pusieron hasta cuatro valoraciones sobre la mesa. Fueron encargadas a los equipos auditores de Mazars, Faura-Casas, Grant Thornton y KPMG, cuyas conclusiones fueron dispares. El valor de la cadena de supermercados osciló entre los 350 y los 1.100 millones de euros.

Segregación del grupo

Fue en ese momento cuando el presidente de Bon Preu, Joan Font, alegó ante los tribunales que el bloqueo en llegar a un acuerdo económico propiciaba que se superase la etapa de la valoración de los activos y se iniciara la segregación. Además, explicó que pagar 550 millones a su hermano, el máximo previsto en las estimaciones, llevaría a la compañía al borde del concurso de acreedores. Cuestión que la contraparte cuestionó con las cifras económicas de la empresa en la mano, cuya facturación anual supera los 1.000 millones.

Josep Font, vicepresidente de Bon Preu

Josep Font, vicepresidente de Bon Preu

Josep Font, exvicepresidente de Bon Preu / CG

La juez de la sala 8 de lo Mercantil falló a favor del presidente y abrió la fase de la escisión. Este es el recurso que se analiza en la Audiencia de Barcelona, en la misma partida judicial donde ha recabado la magistrada que dictaminó que Bon Preu se debía dividir en dos porque así lo indicaban los estatutos, ya que su dilatada trayectoria profesional le ha propiciado una promoción.

Reparto de lotes

Incluso existe un documento en que se propone cómo separar la compañía. Lo ha definido el equipo legal del presidente y ha sido rechazado de frente por la contraparte. Los representantes de Josep y Abel Font alegan que repartir en lotes las tiendas y las gasolineras supondría un golpe a la competitividad actual de Bon Preu y señalan que quedaría resolver otro foco de conflicto, cómo se dividen los servicios de la sede central y los espacios logísticos.

Mientras se espera que la Audiencia de Barcelona resuelva el recurso, los hermanos aseguran que el acuerdo extrajudicial es una opción válida para zanjar su pugna. El diálogo no ha sido precisamente fluido en los últimos meses. Si se quiere evitar la división de la compañía, recuperarlo se erige como la única alternativa.