Cuatro jóvenes se hacen un selfi en Beso Beach Formentera, la cabecera del grupo / Cedida

Cuatro jóvenes se hacen un selfi en Beso Beach Formentera, la cabecera del grupo / Cedida

Business

Beso Beach ganó dinero hasta en pandemia

Los chiringuitos de playa preferidos por el famoseo se reordenan en torno a un 'holding' capitaneado por Rafa Viar tras capear el virus con cintura

18 mayo, 2022 00:00

Dos de las tres sociedades que componen el grupo Beso Beach ganaron dinero hasta en los años más duros de la pandemia. La empresa de chiringuitos del famoseo nacional se ha reorganizado en torno a un holding capitaneada por Rafa Viar, su fundador, antes de una temporada en la que el turismo batirá récords en España. 

Antes, no obstante, Beso Beach capeó la fase dura del virus con nota y sosiego. Ello es así porque el negocio es extremadamente rentable, con márgenes de beneficios del 15% de la facturación, lo que es inaudito en hostelería. Con ese músculo financiero, la firma fundada por Viar y Angie López aguantó el parón total de la restauración en los meses críticos del coronavirus en el país. E incluso logró beneficios por los rendimientos financieros. 

Hasta ganan dinero

Beso Beach se organiza en tres sociedades. Son Bangie SL, Rayan Island y Beso Beach Formentera SL. La primera es una intermediaria y consultora de hostelería --con apenas un trabajador-- que facturó cerca de 371.000 euros en 2020, una alza considerable comparado con los 272.000 euros del ejercicio anterior, según los libros depositados en el Registro Mercantil. Y eso que 2020 estuvo marcado por las primeras olas de la pandemia del coronavirus. 

Pese a ello, la facilitadora de Beso Beach ganó 140.424 euros, un avance en comparación con los 96.120 euros de excedente anotados el ejercicio anterior, 2019. Por su parte, el desempeño de Rayan Island Group SL, mercantil de Beso para organizar eventos, aún fue más impresionante. Ingresó poco menos de 200.000 euros y ganó 205.500, esto es, ganó más dinero del que facturó. ¿Cómo fue posible? "Por los ingresos financieros, que convierten la sociedad en rentabilísima", explican fuentes del mercado. Hasta 162.000 euros de ingresos procedieron de estos capítulos, que no iban ligados a la apertura o no del negocio. 

La cabecera, pendiente de presentar

Por su parte, la sociedad matriz hasta este momento, Beso Beach Formentera SL, aún no ha depositado las cuentas anuales de 2020. Cuando lo haga, es previsible que los libros muestren una fortísima caída de los ingresos y del excedente neto, por cuanto el ejercicio fue casi en blanco para la hostelería, el sector en el que trabaja el Beso

Sea como fuere, la mercantil que hasta ahora era el mascarón de proa llegó al virus con buenos resultados. En 2019, último año disponible en el Registro Mercantil, se anotó una facturación de 4,72 millones de euros, un ligero avance en relación a los 4,47 millones del año anterior. El beneficio neto, eso sí, fue de poco más de 707.200 euros, un ajuste a la baja respecto a los casi 830.000 euros del año precedente. En otras palabras: el chiringuito de los famosos arroja un 15% de beneficio, lo que desde el mercado se interpreta como "una operativa de hostelería con precios altos, porque de lo contrario los márgenes son menores". 

Un 'holding' al frente

Con estos mimbres, Beso Beach se presentará a la temporada de verano de 2022 como el resto del sector: con ganas de trabajar. Eso sí, el grupo ha hecho los deberes y ha colocado a un holding, Beso Investment SL, como administrador único. La empresa es una inversora para colocar posiciones en otras firmas, algo que no debe extrañar si se tiene en cuenta que Beso tenía en 2019 1,2 millones de euros en acciones e inversiones en otras sociedades. Una cuantía no detallada porque las cuentas están abreviadas. 

Cabe recordar que el grupo es una spin off del conglomerado de hostelería Bilbao Berria, que crearon el propio Viar e Iñaki Lasa. La marca ha cobrado mucha raigambre en Formentera e Ibiza, donde es una de las paradas obligadas del verano para la gente bien. Por contra, su expansión a Sitges (Barcelona) y Tulum ha sido menos brillante. De México, de hecho, Beso salió por una guerra entre socios. La marca prepara ahora otra apertura internacional con suma discreción, como explicó este medio