Una estación de servicio Repsol en la Comunidad de Madrid / EP

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Business

El beneficio neto ajustado de Repsol cae un 27,7% por el desplome del crudo

La compañía registra pérdidas netas de 487 millones de euros en el primer trimestre por un efecto negativo de 790 millones por la caída de los precios del petróleo

5 mayo, 2020 08:41

El hundimiento de la demanda y el consiguiente de los precios del petróleo hicieron mella en las cuentas de Repsol del primer trimestre del año, que se saldaron con una caída del beneficio neto ajustado del 27,7% en relación con el mismo periodo de 2019, hasta 447 millones de euros. No obstante, la compañía superó las expectativas del consenso de los analistas, lo que se ha hecho patente en la apertura de la bolsa, en la que registra subidas superiores al 6% en los primeros minutos de negociación. 

El impacto del desplome del crudo se ha reflejado en un ajuste de 790 millones de euros en el valor de los inventarios, que incluye el saneamiento de existencias de los crudos y productos, lo que ha llevado a terreno negativo el resultado neto de la compañía hasta marzo, con pérdidas de 487 millones de euros, frente al beneficio de 608 millones que reportó en el primer trimestre de 2019.

Recompra de acciones

Por su parte, el resultado bruto de explotación cayó un 80,7%, hasta 349 millones de euros, mientras que la deuda neta se incrementó un 21,5%, hecho que la compañía explica por la adquisición de algo más de 17 millones de acciones propias durante el periodo. No obstante, en relación con el trimestre anterior, el del cierre de 2019, el crecimiento de la deuda fue de solo un 1,3%.

En este complicado contexto de crisis mundial por la pandemia del coronavirus, Repsol ha centrado sus esfuerzos en reforzar su posición de liquidez, que se situó al cierre del trimestre en cerca de 8.100 millones de euros, el equivalente a 1,6 veces la cuantía de los vencimientos de deuda a corto plazo.

Caída en exploración

El principal efecto de la crisis provocada por la expansión del Covid-19 se vio en el área de exploración y producción, cuyo resultado neto ajustado cayó un 72,1%, hasta los 90 millones de euros. Unas cifras, no obstante, meritorias si se tiene en cuenta que la fuerte reducción de los precios de realización del petróleo y del gas natural tuvo un impacto negativo en el resultado operativo de casi 400 millones de euros.

En concreto, dichos precios mostraron un descenso del 22% en el caso del petróleo y del 29,4% en el del gas. Los factores negativos, entre los que también se encuentra un incremento de costes, fueron compensados por una mayor producción, que se elevó hasta los 710.000 barriles equivalentes de petróleo, principalmente gracias a la adquisición de un 63% adicional de Eagle Ford, en EEUU.

Mejora en industrial

En el área industrial, Repsol logró incrementar un 6% su resultado neto ajustado por el efecto positivo de la mejora del negocio de refino en Perú y los mayores márgenes de comercialización en el trading de gas.

Mientras, en la nueva división de comercial y renovables, el resultados descendió algo más de un 11%, hasta 121 millones de euros, lastrados por los negocios de movilidad (debido a la menor demanda por la crisis) y GLP, por los menores volúmenes de ventas en el contexto de un invierno con temperaturas más suaves).

Plan de Resiliencia

La crisis del coronavirus obligó a Repsol a dejar en suspenso su nuevo plan estratégico 2021-2025, que iba a presentar precisamente este martes, en conjunto con los resultados trimestrales, que sería el primero de su hoja de ruta hacia el objetivo de transformarse en una compañía neutra en carbono en 2050, en línea con los objetivos del Acuerdo de París.

La compañía que preside Antonio Brufau tuvo que cambiar este plan por uno de urgencia para lo que resta de año 2020, denominado Plan de Resiliencia, que incluye recortes de inversiones por valor de 1.000 millones de euros y revisión a la baja de previsiones sobre los precios del crudo y del gas natural.

Reforzar la liquidez

No obstante, Repsol ha podido mantener su compromiso de alcanzar un dividendo de un euro por acción en el presente año, como ratificará la junta de accionistas que celebrará, de forma exclusivamente telemática el próximo viernes. Para reforzar su posición de liquidez en el contexto de la crisis, la empresa no someterá a la aprobación de los accionistas la recompra y posterior amortización de hasta un 5% del capital, como estaba previsto en principio, como forma de complementar la remuneración a los socios.

En esta línea, Repsol lanzó en abril dos emisiones de eurobonos por valor de 1.500 millones de euros e incrementó en 1.310 millones de euros las líneas de crédito estructurales y no utilizadas.