Una sanitaria protegida contra el virus en la UCI del Hospital Clínic Barcelona. Barnaclínic / EFE

Una sanitaria protegida contra el virus en la UCI del Hospital Clínic Barcelona. Barnaclínic / EFE

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Barnaclínic cobró por ayudar en la lucha contra el Covid

La parte privada del Hospital Clínic de Barcelona facturó por colaborar en el combate contra la pandemia cuando el centro matriz estaba saturado

3 febrero, 2022 00:00

Barnaclínic cobró por tratar a pacientes contra el Covid. La parte privada del Hospital Clínic de Barcelona facturó por colaborar con su centro sanitario matriz, pese a que la institución asistencial echó mano de la clínica con ánimo de lucro cuando estaba desbordada. 

Tal y como consignan las cuentas anuales del dispositivo asistencial que opera desde la quinta planta del mejor complejo médico de España, Barnaclínic recibió una compensación de cerca de 160.000 euros por tres meses de trabajo contra el virus junto al resto del sistema sanitario autonómico. El acuerdo discurrió en paralelo a los otros ingresos que recibe la clínica privada de su hospital matriz, y que se vehiculan mediante un convenio firmado en 2011. 

Contrato de emergencia

Pese a que las dos partes --pública y privada-- se relacionan por medio del citado pacto, y a que Barnaclínic cobra alquiler a su hospital matriz, la gerencia del doctor Josep Maria Campistol decidió inyectar fondos extra en el centro asistencial.

Un "contrato de emergencia" reguló el servicio consistente en "dar apoyo, cooperar y dar cobertura al Hospital Clínic de Barcelona" en "todas aquellas necesidades derivadas de la situación excepcional generada por el Covid-19". Ello fue así pese a que Barnaclínic opera con ventaja competitiva sobre otros centros privados de la Ciudad Condal, pues compite desde el interior de un hospital público, como denunció en 2014 la Asociación Catalana de Entidades de Salud (Aces). Su escrito acabó archivado. 

Paralelo a otros ingresos

Ya en la actualidad, el dispositivo sanitario privado ha colaborado en la lucha contra la pandemia, como explicó este medio, aunque lo ha hecho cobrando. Los ingresos del contrato de emergencia con el Hospital Clínic son paralelos a los que genera con su propia actividad privada, por un lado, y los que emanan del convenio entre las dos partes.

Puerta principal del Hospital Clínic / EP

Puerta principal del Hospital Clínic / EP

Y de los arrendamientos, pues Barnaclínic cobra un alquiler a su hospital madre por un call center situado en la cuarta planta de un inmueble de su propiedad situado en el 132 de la calle Rosselló de Barcelona. Las otras tres se alquilan a ISGlobal, el brazo investigador del Clínic. Según las cuentas anuales de 2020, las últimas publicadas, los arrendamientos generaron a Barnaclínic unos ingresos de 123.731 euros.

Cae el negocio

Sea como fuere, el primer año completo de la pandemia, 2020, no fue bueno para el centro sanitario. Logró una facturación de 12,61 millones de euros, lo que significa una caída del 34% en relación a los ingresos generados el ejercicio precedente. Pese al batacazo con su negocio, Barnaclínic siguió en positivo, pues se anotó un pequeño excedente de 31.797 euros, frente a los 206.268 euros registrados el año previo. 

Quizá por mantenerse en beneficio, la directora del dispositivo sanitario, Catiana Cadrer, declaró una retribución mayor pese al desplome de la actividad. Percibió 95.680 euros en 2020, un alza del 4,25% en relación a 12 meses atrás. 

El Clínic, saturado

Cabe recordar que Barnaclínic operó como recinto de apoyo del Hospital Clínic en la etapa más dura de la pandemia en primavera de 2020. Pese a ello, la gerencia decidió facturar su colaboración, por bien que el centro sanitario paraguas tuvo que reconvertir quirófanos en ucis y hasta habilitar un hotel medicalizado para evitar el colapso de la institución, como explicó este medio

Josep Maria Campistol, gerente del Hospital Clínic Barcelona, en un acto público / TWITTER

Josep Maria Campistol, gerente del Hospital Clínic Barcelona, en un acto público / TWITTER

La clínica arrimó el hombro, aunque no con la presión del resto del hospital. Actuó de dispositivo de apoyo, primero, y de dormitorio para los sanitarios que, exhaustos, llegaban extenuados a sus guardias. Ello cuatro años después de que el gerente del mejor complejo médico catalán, Josep Maria Campistol, avanzara que el negocio se desplazaría a otro lugar para evitar confundir actividad pública y privada, algo de lo que la Sindicatura de Cuentas alertó