Sede de Barcelona Activa en el distrito 22@ de la Ciudad Condal / EP

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Business

Colau se juega tres millones en el lío de Barcelona Activa

El ayuntamiento se expone a otro varapalo como el de Betevé en el Tribunal Superior tras despedir a 102 temporales de la agencia de desarrollo

10 agosto, 2021 00:00

El gobierno municipal de Barcelona se juega entre 2,5 y tres millones de euros en el embrollo de Barcelona Activa, donde ha despedido a 102 trabajadores temporales. La Administración local se expone a otro caso Betevé, el canal municipal de información en el que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) detectó cesión ilegal de empleados en 2018. 

Ahora, el lío estalló en julio, cuando trascendió que la agencia de desarrollo local Barcelona Activa despediría a 102 de los 402 trabajadores del área de fomento de la ocupación, equivalente al 25% del total. Ello viene dado, defendió el ente, por la restricción de la contratación indefinida prevista en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE). Todos los asalariados están financiados por el Servicio de Empleo de Cataluña (SOC, por sus siglas en catalán). 

Abogados: "Lo hacen por condenas judiciales"

En conversación con este medio, el abogado de Col·lectiu Ronda Natxo Parra ha asegurado que Barcelona Activa "no ha despedido porque se acaben las subvenciones del SOC, lo ha hecho porque ha habido sentencias judiciales concluyendo que hay fraudulencia en la contratación en la bolsa de trabajo desde hace 10 años". El letrado agrega que las condenas judiciales "son asimilables", por lo que la agencia de desarrollo ha prescindido de parte de su plantilla para evitar más reveses. 

"Pero cuando un tribunal establece que hay fraudulencia en la contratación, los contratos pasarán a ser indefinidos", continúa la misma fuente. Por ello, desde Ronda piden dos cosas. "Uno, la nulidad de las extinciones de contrato, lo que conlleva la readmisión obligatoria, y dos, que se reconozca la fraudulencia del despido colectivo, pues tuvo que ser hecho mediante ERE". Eso sí, si ganan en los tribunales, la victoria no será colectiva, sino solo de aquellos empleados que denuncien. 

BCN Activa: "Se buscará solución"

Por su parte, una portavoz de Barcelona Activa ha indicado que "se está trabajando para buscar soluciones". Se trata, admite la agencia, de "una situación que es compleja". El objetivo del ente, no obstante, es "trabajar para la calidad del empleo". El organismo recalca asimismo que "seguirán ofreciendo políticas activas de ocupación a la ciudadanía, reforzando servicios y programas", por lo que los despidos --el 22% del total y ninguno en la estructura fija-- no afectarán a la operativa. 

"Se trata de una situación que viene de lejos, se quieren buscar soluciones para nuevas contrataciones, por lo cual se mantienen reuniones técnicas y políticas con otros agentes autonómicos y estatales", ha agregado la misma voz. La agencia de desarrollo puntualiza que "técnicamente no son despidos, porque eran contratos de obra y servicio y de duración determinada". En estos momentos, no obstante, el ente admite que "no se pueden hacer estas contrataciones", hecho que "lamenta". 

El precedente de Betevé

El conflicto laboral en Barcelona Activa tiene un precedente: un tuercebrazos en Betevé por la externalización del grueso de su plantilla. En aquella ocasión, el personal adscrito a Barcelona Audiovisual (Lavinia) denunció a Informació i Comunicació de Barcelona (ICB) por cesión ilegal de empleados. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dio la razón a los demandantes y, es más, confirmó el fallo tras la interposición de incidentes de nulidad. 

Finalmente, la comisión de gobierno del ayuntamiento aprobó internalizar a 173 asalariados del canal municipal de televisión en mayo de 2018. No obstante, el consistorio no aumentó el presupuesto destinado a la televisión local de Barcelona y Betevé se enfrenta ahora a más despidos tras ser rescatada en diversas ocasiones. El propio director de la cadena se bajó un 5% el sueldo, en un esfuerzo para evitar más extinciones de contratos que, si nada cambia, serán inevitables.