Josu Jon Imaz y Antonio Brufau, consejero delegado y presidente de Repsol, respectivamente / EUROPA PRESS

Josu Jon Imaz y Antonio Brufau, consejero delegado y presidente de Repsol, respectivamente / EUROPA PRESS

Business

Bank of America, tercer accionista de Repsol con el 5,36%

Se sitúa por detrás de Caixabank y Sacyr, que ostentan el 9,84% y el 8,2%, respectivamente

11 julio, 2018 13:19

Bank of America ha aflorado un 5,359% en el capital de Repsol, con lo que se erige en su tercer mayor accionista por detrás de CaixaBank (9,84%) y Sacyr (8,2%) según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Del porcentaje de capital declarado por el banco estadounidense, un 1,747% lo controla de forma directa y un 3,612 a través de derivados financieros. A precio de mercado, esta participación presenta un valor superior a los 1.400 millones de euros.

En cuanto a la cadena de control, el 5,055% del total declarado está en manos de su filial Merrill Lynch International, un 1,703% de modo directo y el 3,352% por medio de derivados. El 3 de julio fue la fecha en la que Bank of America alcanzó el umbral del 5% de la energética que dirige Josu Jon Imaz, aunque no lo declaró a la CNMV hasta el día 9.

Núcleo estable

Además de CaixaBank, Sacyr y Bank of America, completan el núcleo estable de accionistas de Repsol la firma Blackrock, con un 5,001% y el fondo de Singapur Temasek, con un 4,953%.

Los titulares de un 86,74% de los derechos de asignación gratuita para el cobro del dividendo flexible de Repsol (un total de 1.350.098.214 derechos) han optado por recibir nuevas acciones de la compañía, según informó la compañía a la CNMV. Se trata de un porcentaje récord desde que la compañía implantó el scrip dividend en 2012, frente al 63,64% que supuso en julio de 2012, y refleja la confianza de los accionistas en la compañía y en su plan estratégico.

En el nuevo plan estratégico de Repsol a 2020, presentado el pasado mes de junio, la compañía apuesta por la entrada en negocios 'limpios', un crecimiento más rentable en sus tradicionales negocios de 'upstream' (exploración y producción) y 'downstream' (refino, marketing y química) y una mejora de la retribución al accionista, hasta recuperar el dividendo de un euro por acción al final del periodo.