Una de silla de ruedas eléctrica de la empresa Looper / LOOPER

Una de silla de ruedas eléctrica de la empresa Looper / LOOPER

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El Ayuntamiento de Barcelona 'veta' las sillas de ruedas eléctricas

El consistorio frena el proyecto piloto de una 'start up' de Sants pese a que no existe una normativa para su regulación

21 septiembre, 2019 00:00

La ofensiva del Ayuntamiento de Barcelona contra los patinetes eléctricos de alquiler se traslada a las sillas de ruedas. El consistorio ha vetado el proyecto piloto de una start up, radicada en el barrio de Sants, para introducir esta alternativa que persigue facilitar la movilidad de todo aquel que tenga limitaciones. Desde personas mayores a alguien que haya sufrido una lesión puntual.

Los vehículos motorizados de Looper comenzaron a circular en julio por la capital catalana. Más de 2.000 usuarios han utilizado las 50 sillas de ruedas eléctricas que la empresa distribuyó en Les Corts, el Eixample, Sarrià-Sant Gervasi y Sants, hasta que el pasado 10 de septiembre, la regidora de movilidad, Rosa Alarcón, dio la orden a la Guardia Urbana de confiscar 16 de ellos. El argumento que esgrimió la concejal fue que éstos se habían utilizado en despedidas de solteros.

Limpiar la ciudad de vehículos

La empresa lo pone en duda. Su portavoz, Pilar Pasquín, explica a Crónica Global que su horario de servicio es de 8:30 a 21:30. Tras detectar "algún uso incorrecto" por parte de los usuarios, se les ha retirado el permiso para conducirlo. "Creemos que hemos sido la víctima fácil de una regidora que ha querido ponerse una medalla limpiando la calle de vehículos. Estamos totalmente de acuerdo con que se proteja al peatón, pero los loopers tienen una velocidad máxima de 6 km/h y se nos ha equiparado con los patinetes y las bicicletas eléctricas que circulan por las aceras, cuando son otra cosa", critica. 

Una usuaria de una silla de ruedas eléctrica de Looper / LOOPER

Una usuaria de una silla de ruedas eléctrica de Looper / LOOPER

La justificación para requisar los vehículos fue la ausencia de licencia. Pero al no existir una normativa específica --sí para los vehículos privados--, señalan desde Looper, no existe irregularidad porque el vacío legal les ampara. "Nos han metido en el mismo saco que a los patinetes", lamenta Pasquín, "cuando nosotros nacimos con vocación de servicio social para facilitar la vida de gente mayor con dificultades de movilidad, o alguien que, por ejemplo, se rompe una pierna". Desde el consistorio aclaran que, ante la falta de autorización, comunicaron a la empresa la necesidad de retirar los loopers de la calle. Además, sostienen que "este servicio no se debe ofrecer desde el espacio público y mucho menos desde un concepto de floating fleet".

Uso restringido 

La propuesta del consistorio es que el uso de estas sillas de ruedas eléctricas se restrinja a geriátricos y áreas hospitalarias. Algo que Looper rechaza y considera una "discriminación". "Si alguien de 16 años puede ir en patinete, ¿por qué un señor de 80 no puede salir a la calle con normalidad?”, censura Pasquín.

La idea, pionera en el mundo, persigue trasladar la moda del sharing a aquellos con problemas de movilidad. El precio de uno de estos vehículos supero los 1.000 euros, una cuantía que los convierte en inaccesibles para muchos. Desde la empresas explican que, durante estos meses, han atendido peticiones de muchos solicitantes que no salían de casa si no contaban con la ayuda de un tercero. Por ello, Looper considera que el consistorio ha cometido un gran error al vetar la mejora de la movilidad en Barcelona. Una ciudad en la que 200.000 personas sufren una discapacidad del 30% o superior y 300.000 ciudadanos tienen 65 o más años.