Imagen de archivo aérea de Andorra la Vella, la capital del Principado / CG

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Business

Andorra 2017: el año de transformación del país

La nueva norma de intercambio de información fiscal modifica las reglas de juego del sector financiero, con sus derivadas

16 enero, 2017 00:00

Andorra ha inaugurado el ejercicio con mayores incertidumbres sobre su futuro. El nuevo paradigma que empezó hace 15 días parte de la implementación del intercambio de información fiscal automática con los países de la OCDE. Los principales perjudicados son los cinco bancos que existen en el Principado, que se ven abocados a un reestructuración. Las consecuencias van más allá.

El sector financiero es responsable directo del 20% del PIB andorrano. Ha perdido valor por la salida de capitales que ya se ha producido y seguirá a lo largo de 2017. “No es dramática”, indican fuentes del sector consultadas. No se conocerá el alcalde real porque solo se publican los datos consolidados de toda la plaza y no de los gestionados, señalan otros interlocutores.

Fusiones

El país ha perdido la atracción del secreto bancario y se ve abocado a ejercer como un actor más del segmento comercial. Fuentes del sector dibujan un futuro en el que se pondrá en valor el know how acumulado en banca privada, sin poder hacer sombra a las grandes firmas internacionales. Deben ganar tamaño. Se abre la veda de las fusiones.

Los representantes del grupo mixto, Pere López (i) y Víctor Naudi (d), el jefe de Gobierno andorrano, Antoni Martí (2i), y el presidente de Demòcrates per Andorra, Ladislau Baró (2d), tras firmar el acuerdo en febrero / EFE

Los representantes del grupo mixto, Pere López (i) y Víctor Naudi (d), el jefe de Gobierno andorrano, Antoni Martí (2i), y el presidente de Demòcrates per Andorra, Ladislau Baró (2d), tras firmar el acuerdo en febrero / EFE

Los representantes del grupo mixto, Pere López (i) y Víctor Naudi (d), el jefe de Gobierno andorrano, Antoni Martí (2i), y el presidente de Demòcrates per Andorra, Ladislau Baró (2d), tras firmar el acuerdo en febrero / EFE

Aquí se deben tener en cuenta las singularidades de cada entidad. Banco Sabadell de Andorra juega a una división diferente, ya que es una filial más de una entidad internacionalizada. Credit Andorrà y Andbank son los más grandes del Principado. Se apresuraron a hacer los deberes de salir fuera antes de que se acabara con la principal fortaleza del sistema por salir de la lista del paraíso fiscal.

MoraBanc, el más pequeño

Con todo, los mismos interlocutores avisan de que la rentabilidad de las inversiones ha sido limitada. La última fue la compra del negocio de banca privada de Inversis por parte del grupo liderado por Oscar Ribas (Andbank) en enero de 2015. Estaba valorado en 7.500 millones y fue el pelotazo del inicio del ejercicio.

MoraBanc es el que tiene menor tamaño. Los principales actores financieros andorranos esperan que sea el primero en integrarse en otra entidad.

Dinero atrapado en BPA

En cuanto a Vall Banc, donde se han migrado la mayoría de los activos de Banca Privada d’Andorra (BPA), todas las fuentes consultadas aseguran que se quedará al margen del proceso.

Imagen de archivo de clientes de BPA que hacen cola en el banco para retirar dinero poco antes de su intervención, en marzo de 2015 / EFE

Imagen de archivo de clientes de BPA que hacen cola en el banco para retirar dinero poco antes de su intervención, en marzo de 2015 / EFE

Clientes en una oficina de BPA tras su intervención, en marzo de 2015 / EFE

La bolsa de clientes que se han quedado atrapados en la entidad intervenida es un escándalo dentro y fuera del Principado. Se les ha señalado de blanqueadores por la falta de información en sus fichas bancarias pero sin detallar los motivos. Tampoco se les da audiencia para defenderse, denuncian los afectados. Han acudido a los tribunales para defenderse del corralito.

Además, los nuevos clientes de Vall Banc no han recibido los fondos que tenían en bonos u otros productos fuera de balance en BPA porque ningún banco ha accedido a ejercer como agente para su migración.

Escándalo judicial pendiente de resolver

El caso BPA es la gran losa que pesa sobre el Ejecutivo de Antoni Martí. Ha marcado la legislatura y nadie prevé una resolución a corto plazo por la multitud de causas derivadas y su complejidad. Se da por sentado que terminará en manos de la justicia de la Unión Europea.

Ya ha pasado factura a un gobierno que cada vez está en horas más bajas. Aún tiene vigencia la controversia internacional generada por las polémicas actividades del ministro de Finanzas, Jordi Cinca. A ello se le suma las voces del entorno del ministro de Exteriores, Gilbert Saboya, que aproximan su renuncia por motivos personales. Si se confirman, será un golpe duro de encajar para Martí ya que es uno de los miembros de la tríada que dirige el país.

IVA e impuestos especiales

Cinca y Saboya son los hombres de máxima confianza del Jefe de Gobierno de Andorra. Juegan un papel capital al digerir las consecuencias derivadas de la integración al sistema financiero europeo y el programa de reformas que emprendió el país. Entre ellas, se estima un mandato para subir el IVA hasta un tipo mínimo del 15% y la implementación de impuestos especiales.

Si se confirma el primero, dañaría la competitividad del sector turístico y comercial del Principado. Son los dos que han sido llamados a cubrir el gap en el PIB que dejará el cambio del sistema bancario. En cuanto a los gravámenes al alcohol y el tabaco, se teme por la industria vinculada al segundo.

¿Las tabacaleras mantendrán las factorías andorranas abiertas si se integra el país a la UE? De forma tradicional fabrican de forma unitaria en los grandes mercados. La respuesta está en el aire. “A la mitad del año podremos valorarlo”, indica uno de los interlocutores consultados. Se necesita más tiempo para que la nueva Andorra se defina.