La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante su intervención en la junta general de accionistas de la entidad / EFE

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante su intervención en la junta general de accionistas de la entidad / EFE

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La presidenta del Santander exige un “crecimiento inclusivo” de la economía del país

Ana Botín asegura en la junta de accionistas de la entidad que los españoles que más sacrificios han hecho durante la crisis se beneficien de la recuperación

23 marzo, 2018 16:58

Cuando el debate entre los agentes sociales sobre el incremento de los salarios en España aún no ha concluido, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, se ha sumado este viernes a las voces que piden una mayor sensibilidad con la translación a lo micro de los avances que se consiguen en macroeconomía. En su discurso ante la junta de accionistas de la entidad, ha exigido un “crecimiento inclusivo” de la economía del país.

Ha manifestado que ha llegado el momento de que los españoles que más sacrificios han hecho durante los años de crisis se beneficien de la recuperación. “España es referencia en Europa en dinamismo empresarial, en crecimiento de exportaciones y en mejora de consumo”, ha recordado la banquera. Pide que se de un paso más para evitar las desigualdades.

Fin de la brecha salarial

Un discurso que también responde a los avisos lanzados por distintos organismos internacionales, entre ellos el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre la brecha social abierta en España como consecuencia de la recesión.

Botín ha asegurado que la entidad que dirige ya ha aplicado medidas con este fin. Entre ellas la subida del 10% del salario en base a la productividad a 3.400 empelados de los rangos más bajos del grupo financiero. Además, ha anunciado que se ha fijado como objetivo 2025 para eliminar la brecha salarial que existe en el banco.

Crecimiento del PIB

El Santander prevé que la economía española crezca un 3% en el ejercicio en curso. Una cifra positiva por cuarto año consecutivo que le sitúa en la cabeza de la Unión Europea, aunque muestra cierta letanía respecto al dinamismo del PIB de los ejercicios precedentes.