Frapor, la empresa alemana que gestiona el de Francfort, administrará los 14 aeropuertos griegos orivatizados.

Frapor, la empresa alemana que gestiona el de Francfort, administrará los 14 aeropuertos griegos orivatizados.

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Alemania, la gran beneficiada por la crisis griega

En menos de cinco años, el Tesoro alemán se ha ahorrado en intereses por su deuda pública unos 100.000 millones

20 agosto, 2015 20:28

Es posible que más de un ciudadano europeo se haya llevado las manos a la cabeza al saber que será una empresa de Alemania, el país que a ojos de todo el mundo más ha apretado las tuercas a Grecia, la que se queda con la primera privatización griega.

Frapor AG se ha hecho con la primera venta a la que Atenas se ve obligada en cumplimiento del memorándum que recoge las condiciones del tercer rescate. La firma germana, que administra, entre otros, el aeropuerto de Fráncfort, pagará 1.200 millones de euros por gestionar 14 aeródromos griegos, entre ellos los de Mykonos, Rodas, Santorini y Tesalónica, la segunda ciudad del país. La operación, en la que colabora un socio local, supone que se queda con las instalaciones durante 40 años.

Una cosa es la política, y otra la economía

Pero más le sorprenderá lo que ha ganado el propio Estado alemán con la crisis griega, pese a los estereotipos sobre los griegos y su papel en la Unión Europea, a los discursos de algunos políticos y a los titulares de la prensa sensacionalista. Todos esos mensajes han inculcado a los ciudadanos alemanes la idea de que ellos están entregando dinero de sus impuestos a los poco productivos griegos.

Ese fue el ambiente en el que se debatió el miércoles pasado el programa griego en el Parlamento alemán. En España, que había votado el mismo texto 24 horas antes, también se ha contabilizado ese apoyo de los “bolsillos” de los ciudadanos con claras intenciones políticas: 26.000 millones hasta ahora, y otros 10.000 con el tercer rescate. En realidad, no todo se entrega; son avales y suscripciones de capital.

El equivalente al 3% del PIB

Lo que se cuenta en voz muy baja es que gracias a la crisis griega el Estado alemán ha ganado desde 2010 unos 100.000 millones de euros, el equivalente al 3% de su PIB. Los grandes inversores han huido no sólo de las posiciones que tenían en deuda soberana helena, sino de las de oros países. Y han buscado refugio en los bonos alemanes, que han visto descender su interés de una forma espectacular.

Un estudio realizado por el Halle Institute for Economic Research (IWH) de Alemania, que se ha basado en las cifras oficiales, el ahorro del Tesoro alemán debido a la crisis griega asciende a los 100.000 citados millones. "Cuando hay turbulencias financieras se produce una fuga de los inversores hacia la calidad, es decir, hacia la inversión más segura y de menor riesgo", dice Reint Gropp, el director de IWH.

Buenos oara unos, malos para otros

"Las malas noticias en Grecia se convirtieron en buenas noticias para las finanzas alemanas y viceversa. El día de la elección de Syriza en enero el beneficio automático para Alemania fue una caída del interés de sus bonos del 0,3%. Es un ejemplo. Esto no empieza con Syriza, sino mucho antes", señala Gropp.

"Con la crisis los inversores no solo huyeron de Grecia: también huyeron de España, Portugal, incluso Italia. Alemania se benefició de todos ellos. Pero el mayor beneficio lo obtuvo del país con la crisis más profunda, es decir, Grecia", subraya Gropp.

Berlín siempre ganará

En el peor de los supuestos, si Grecia suspendiera pagos, Alemania perdería su exposición a través del MEDE y del BCE, que es la más importante de la UE. Unos 90.000 millones. O sea, que aun en ese supuesto extremo ganaría unos 10.000 millones.

Adicionalmente, Alemania aparece a los ojos del mundo como un ejemplo de rectitud fiscal y de equilibrio presupuestario. Y, además, se ha puesto como ejemplo frente a los países malgastadores, no sólo como Grecia, sino España o Portugal.

De hecho, en 2014 Berlín contabilizó tuvo un superávit presupuestario superior de unos 18.000 millones, el 0,6% de su PIB. Sin embargo el estudio del IWH señala que este equilibrio tiene otras explicaciones. Si repartimos el ahorro de los 100.000 millones en cinco años, veríamos que Alemania –sin Grecia- no tendría superávit, sino más bien déficit.