El presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena / EP

El presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena / EP

Business

Aena se asegura una oportuna estabilidad accionarial con su socio TCI

El fondo británico renueva la posición con derivados que mantiene en el gestor aeroportuario desde su salida a bolsa en uno de los momentos más comprometidos de la compañía

11 agosto, 2021 00:00

The Children Investment’s Fund (TCI), el principal accionista privado de Aena, ha expresado su voluntad de permanecer en el capital de la compañía en un momento especialmente comprometido para el gestor aeroportuario, en medio de la trifulca política y con los efectos adversos de la pandemia aún muy presentes en su negocio. El fondo británico ha renovado su posición a través de instrumentos derivados por dos años, lo que sienta la bases para dar continuidad a su papel como accionista significativo de la compañía.

Los instrumentos derivados (en este caso, equity swaps) que otorgan al fondo británico una posición del 3% en el capital de Aena, a efectos de normativa de mercado vencían a finales de la semana pasada y han quedado renovados por dos años, de manera que su próximo vencimiento queda situado en agosto de 2023.

Desinversiones parciales

Junto a otro contrato diferente, por una posición algo superior al 0,5% (y cuyo vencimiento está previsto para el próximo mes de noviembre) los instrumentos derivados se han convertido en la principal participación de TCI en Aena, que actualmente asciende al 6,5% de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercados de Valores (CNMV).

La cifra queda lejos del 11,7% que llegó a ostentar TCI al entrar en la compañía a comienzos de 2015, en el marco del proceso de privatización del gestor de la red de aeropuertos públicos en España, y una de las primeras empresas del mundo en su sector. Durante este tiempo, la entidad británica ha soltado lastre de forma paulatina y con la participación en forma de acciones, como medio de realizar jugosas plusvalías, derivadas de una apuesta que no todos supieron ver en su momento.

El ruido político

Nadie esperaba que TCI fuera a conservar íntegramente su participación más de seis años después de su entrada en Aena; pero tampoco que permaneciera aún con un peso en el capital considerable, que le asegura, además, un puesto en el consejo de administración, ocupado desde el principio por el fundador y presidente del fondo, Christopher Hohn.

La decisión llega con Aena en medio de la batalla originada por el acuerdo entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña para reactivar la ampliación de uno de los principales activos de la empresa: el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.

Los nuevos letreros del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat  / AENA

Los nuevos letreros del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat / AENA

Batalla comercial

El ruido, más allá de las fronteras de la comunidad autónoma, también está relacionado con la intención del Ejecutivo catalán de exigir a Moncloa el traspaso de la gestión de las infraestructuras clave, entre ellas los aeropuertos que se encuentran en el territorio.

Todo esto cuando, además, los efectos negativos de la pandemia aún no han desaparecido de una compañía a la que la irrupción del coronavirus supuso truncar de forma abrupta el mejor momento de su historia. En este punto, Aena aún libra una batalla con los espacios comerciales de fondo de la que aún restan algunos capítulos por escribir.

Posición blindada por Ley

“En principio, nada da más estabilidad que tener una posición mayoritaria, como la del Estado en Aena, sin tener que depender de otros socios; pero nunca está de más contar con el apoyo de otros accionistas, más allá de las aritméticas en las juntas”, apuntan en fuentes del mercado.

En efecto, el Estado mantiene desde aquella salida a bolsa el 51% del capital de Aena que, además, está blindado por una ley que habría que modificar en el caso de que se decidiera que ese porcentaje se redujera. De este modo, el destino de la compañía está en exclusiva en manos del Gobierno de turno.

Estabilidad

A la hora de adoptar decisiones, Enaire, la sociedad pública a través de la que el Estado controla la participación, no necesita apoyos adicionales. Sin embargo, el hecho de que TCI haya decidido renovar esos contratos ofrece una sensación de estabilidad, de que el futuro de la empresa no pasa precisamente por bandazos ni decisiones traumáticas.

Supone también seguir contando con la aportación de Hohn en el consejo, que ha sido valorada muy positivamente por los sucesivos presidentes del gestor de aeropuertos desde su debut en el parquet (José Manuel Vargas, en primer lugar, y quien tomó su relevo, Jaime García-Legaz, encargado de entregar a su vez el testigo al actual, Maurici Lucena).

TCI cuenta con más intereses en España. El fondo ha tomado desde entonces participaciones en empresas como Ferrovial y Cellnex, en las que también está presente a través de derivados y sin formar parte del consejo; claramente, la inversión en Aena es distinta del resto, de carácter estratégico.