El equipo comercial de URSSA, con el gerente, Iñigo Gurrutxaga, a la derecha

El equipo comercial de URSSA, con el gerente, Iñigo Gurrutxaga, a la derecha

Business

La acerera URSSA planta cara al Covid y busca los nueve millones en 2021

La compañía con sede en Viladecans destaca la recuperación de la demanda tras unos meses de incertidumbre y evita aplicar un ERTE

4 febrero, 2021 00:00

La firma Aceros URS SA (URSSA), con sede de Viladecans (Barcelona), se ha propuesto facturar nueve millones de euros en 2021 y retornar al ritmo de 2019. Tras unos primeros meses de incertidumbre en 2020, la compañía ha logrado contener la crisis del coronavirus y ha incrementado la producción desde el pasado septiembre, fruto de la recuperación de los mercados.

“La crisis del Covid la hemos capeado. Evitamos hacer un ERTE porque tenemos un equipo ajustado en el que todo el mundo colabora”, explica el gerente de URSSA, Iñigo Gurrutxaga. La compañía tiene una plantilla de 20 personas en su base de Viladecans, el único centro que mantiene activo tras deshacer sus posiciones en Asturias durante la crisis de 2008.

Cambios de accionariado

La empresa, de origen familiar, estuvo participada en un 45% por ArcelorMittal España. No obstante, la caída de la actividad durante la crisis la dejó a las puertas del concurso de acreedores. La situación se revirtió tras la decisión de varios directivos de adquirir la firma de aceros especiales con la ayuda de una sociedad inversora que ostenta actualmente el 78% del capital. “El apoyo y la colaboración de ArcelorMittal fueron fundamentales. Apostaron por la viabilidad de la empresa dando continuidad a nuestro equipo”, manifiesta Gurrutxaga.

El almacén de URSSA en Viladecans (Barcelona)

El almacén de URSSA en Viladecans (Barcelona)

Durante los años posteriores el grupo ha logrado sobreponerse y retornar a la senda del crecimiento. El 85% del negocio está distribuido en España, con Cataluña como primer mercado. Le siguen Portugal, Francia y Marruecos, así como operaciones puntuales en otros países. Gurrutxaga destaca como piedra angular el interés por “ofrecer servicios a la sociedad y una respuesta rápida al cliente”.

Recuperación de la demanda

Pese al impacto del Covid-19, sobre todo en los meses en los que estuvo vigente el primer estado de alarma, la compañía cerró 2020 con una facturación de siete millones de euros. “Hay incertidumbre en el sector, pero a finales de año se recuperó la demanda y el inicio de este está siendo positivo".

"La idea es recuperar los niveles de 2019 y tratar de alcanzar los nueve millones”, señala el gerente. Todo ello, en un ejercicio que ha empezado con un optimismo moderado.