La construcción de viviendas se aviva mientras las hipotecas se hunden / EFE

La construcción de viviendas se aviva mientras las hipotecas se hunden / EFE

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Abril registrará la mayor subida de hipotecas de la última década

La subida interanual del Euribor, tipo de referencia mayoritario para estos préstamos, va camino de sobrepasar los 40 puntos básicos y el indicador, de cerrar en positivo por primera vez desde 2016

11 abril, 2022 00:00

Las consecuencias del comportamiento desbocado de la inflación y del giro en la estrategia de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) para tratar de frenar esta tendencia está a punto de llegar de forma contundente a los bolsillos de los propietarios de una vivienda. Salvo cambios por completo inesperados en el mercado, las hipotecas a tipo variable experimentarán en abril su mayor subida en algo más de diez años. 

El efecto se producirá como consecuencia de las notables alzas que ha experimentado el Euribor, el indicador de referencia para la mayoría de los préstamos a tipo variable, desde que comenzó el año. En lo que va de abril, la media del Euribor se ha elevado algo más de 42 puntos básicos desde el cierre de 2021, cuando aún se situaba algo por debajo de la cota de -0,5%. 

En lo más profundo de la crisis

No obstante, para la revisión de los préstamos a tipo variable hay que tener en cuenta la evolución interanual en cada caso. En lo concerniente al mes de abril, la media del Euribor de este mes en 2021 se situó en el -0,484%, lo que hará que, de seguir la actual tendencia, la diferencia con la media del mismo mes en 2022 se sitúe en torno o incluso algo por encima de los 40 puntos básicos. 

Un alza que no se daba en semejantes proporciones nada menos que desde enero de 2012, en mitad de una de las fases más profundas de la anterior crisis financiera. Por entonces, el indicador hipotecario de referencia cerró aquel primer mes del año con una media del 1,837%, casi 29 puntos básicos por encima de la registrada doce meses antes.

Sede del Banco Central Europeo, en Francfort / BCE

Sede del Banco Central Europeo, en Francfort / BCE

Tensiones inflacionistas 

Desde entonces, la corrección a la baja fue el denominador común en el comportamiento del Euribor, salvo algunas excepciones en las postrimerías de aquella crisis. Hasta el punto de que a comienzos de 2016 entró en terreno negativo, del que todavía no ha logrado salir. 

En 2022, el diferencial interanual del Euribor no ha dejado de incrementarse mes a mes, hasta que se ha disparado como consecuencia del progresivo aumento de las tensiones inflacionistas, que ha acelerado la guerra a raíz de la invasión rusa de Ucrania.

El giro del BCE 

De los apenas tres puntos básicos de subida registrados en enero se pasó a los 17 en febrero y los 18 en marzo. Las hostilidades ha terminado por romperse este mes, en el que el indicador ha llegado a situarse por encima del -0,07%, cerca de entrar en terreno positivo por primera vez en más de seis años. 

La evolución en tiempo récord se corresponde con el giro en la expectativa de subidas de tipos de interés en la zona euro que se ha registrado en apenas unas semanas. Incluso a comienzos de 2022, la práctica totalidad de actores en el mercado descartaban un cambio en la política monetaria del BCE durante este ejercicio. 

Prudencia hasta 2023

Desde el propio organismo emisor negaban movimientos en este sentido, pese a que la inflación comenzaba a elevarse de forma notable como consecuencia de la abrupta recuperación económica y de las tensiones que ya se registraban en los mercados energéticos por la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania. 

Tampoco contaban con alzas en el precio oficial del dinero en las principales entidades financieras, cuyos modelos empezaban a descontar este escenario en 2023 y, además, de forma moderada. 

Euforia en bolsa

Pero el inicio de la guerra por parte del gobierno de Vladimir Putin ha precipitado los acontecimientos de forma dramática. Incluso algunos días antes del inicio de la invasión, el consejo de gobierno del BCE hablaba por primera vez de la posibilidad de una subida de tipos si el comportamiento de los precios prolongaba su escalada alcista. 

La modificación de un discurso que hasta esa fecha había discurrido con la teoría de que se trataba de un fenómeno pasajero puso en alerta a los mercados de renta fija e incluso llevó cierta euforia a los valores financieros en bolsa ante la posibilidad de que el escenario de tipos negativos en el que han trabajado los bancos durante los últimos tres años fuera a desaparecer antes de tiempo.

Máximos en el secundario

Pero el cambio ha sido tan radical que las actas de la última reunión del consejo de gobierno del BCE, celebrada hace apenas un mes, desvela que algunos de sus miembros se mostraron partidarios de empezar a aplicar subidas de tipos antes del verano. 

Otra de las consecuencias es la subida de la rentabilidad del bono de referencia a diez años en el mercado secundario, que ha cerrado la semana por encima del 1,7%, por vez primera desde finales de 2015, con la prima de riesgo (el diferencial con el rendimiento del bono alemán) instalada desde hace varios días en torno a 100 puntos básicos.

Las abruptas alzas de las hipotecas se unen a las registradas por la cesta de la compra en las últimas semanas, el incremento de los carburantes y la electricidad (algo atemperados por el plan de choque del Gobierno, aunque de carácter temporal) y la subida de algunos impuestos para completar un panorama de auténtica pesadilla para los bolsillos de los ciudadanos en esta primera mitad de 2022.