Pancartas colocadas en los balcones de la llamada Casa Orsola de Barcelona

Pancartas colocadas en los balcones de la llamada Casa Orsola de Barcelona Europa Press

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El sector inmobiliario señala a Collboni por la compra de la Casa Orsola: "Sienta un precedente peligroso"

El Ayuntamiento consagra un modelo "en el que la propiedad puede ser cuestionada, presionada y, finalmente, absorbida por una Administración acomplejada", expresa el colectivo de APIs

Más información: Foment sale en defensa del propietario de la Casa Orsola de Barcelona: "No es un especulador"

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El sector inmobiliario rechaza la compra de la Casa Orsola por parte del Ayuntamiento de Barcelona por 9,2 millones de euros, y tacha el precedente de "peligroso" para la seguridad jurídica.

Lo ha explicado el colectivo de APIs de Barcelona y Cataluña en un comunicado conjunto: "Los propietarios, ante la imposibilidad de gestionar sus inmuebles con normalidad, pueden verse forzados a desprenderse de sus fincas, con la connivencia de la administración, que cede al chantaje de determinadas asociaciones", señalan.

El Ayuntamiento consagra un modelo "en el que la propiedad puede ser cuestionada, presionada y, finalmente, absorbida por una Administración acomplejada", señalan. "Un edificio sin problemáticas de vulnerabilidad se convierte ahora en una nueva pieza de un modelo de intervención pública que desincentiva y desestabiliza el mercado de alquiler", concluye el colectivo.

Por su parte, el economista Gonzalo Bernardos señala que es "una verguenza que se tire el dinero de los ciudadanos de esta manera". "La Casa Orsola no está en un barrio obrero, ni vive en el edificio gente vulnerable: ¿sabes cuántos pisos públicos se pueden hacer con 9 millones en otra zona de Barcelona?", se pregunta Bernardos.

El Ayuntamiento de Barcelona compra la Casa Orsola

El Ayuntamiento de Barcelona compra la Casa Orsola Òscar Gil Coy Barcelona

Además, señala, la morosidad en los pisos públicos es elevadísima, de entre el 30% y el 50%, por lo que las posibilidades de que los futuros inquilinos de la Casa Orsola dejen de pagar es muy elevada. "Todo con el dinero del contribuyente. Es muy decepcionante que se le compre el relato a Colau", concluye el economista.

En la misma dirección apunta Iñaki Unsain, director general de ACV Gestión Inmobiliaria, quien asegura que "si los inquilinos se dan cuenta de que colocando pancartas y haciendo ruido consiguen que el Ayuntamiento compre las viviendas, crean un precedente que puede ocasionar muchísimos conflictos en el futuro".

"Yo estoy de acuerdo con que el Ayuntamiento compre viviendas y las convierta en viviendas sociales, pero no mediante acoso, derribo y conflicto", sostiene Unsain.

Ollé, el gran beneficiado

Además de los inquilinos, el gran beneficiado del acuerdo con el Ayuntamiento es el propietario de la finca, el empresario Albert Ollé, quien compró hace tres años el inmueble por seis millones y hoy lo vende por más de nueve.

En menos de un lustro, Ollé ha sacado una rentabilidad neta por la compraventa de la Casa Orsola de casi el 40%

Una vez suspendidos los desahucios, la finca será un inmueble protegido. Mediante esta fórmula, la parte mayoritaria de la finca pasará a manos de la Fundación Hàbitat3 y del consistorio, que gestionarán su alquiler social.

A día de hoy, Casa Orsola cuenta con siete viviendas con contrato de alquiler indefinido (renta antigua), siete en alquiler de temporada y cinco con contrato de arrendamiento vigente, además de otros cinco con procesos judiciales abiertos y otros dos vacíos.

Las intenciones municipales pasan por sumar nueve pisos de esta finca al parque público de alquiler. Los dos domicilios vacíos obtendrán este status de forma inmediata, mientras que las siete viviendas en alquiler de temporada serán de alquiler social al finalizar sus contratos.

Castigo al bolsillo del barcelonés

Evidentemente, el contribuyente barcelonés será quien se haga cargo del pago de estos 9 millones. No sólo por la cifra que paga el Ayuntamiento (4,8 millones), sino por los 4,3 millones que ha pagado la hipersubvencionada plataforma Hàbitat3.

Esta asociación que preside Carme Trilla ingresó en su último ejercicio 7 millones de euros, de los cuales más de 6 millones procedieron directamente de subvenciones públicas.