Bank of América pacta con los reyes del turismo 'low cost' por un desfalco en Cataluña

Pacto. Bank of America y una de las familias promotoras del turismo low cost en Cataluña han enterrado el hacha de guerra por un desfalco en un hotel de la costa. El fondo Burlington, mandatado por el grupo financiero de Estados Unidos, ha llegado a un compromesso con la familia Turró por el saqueo del hotel Mercury de Santa Susanna (Barcelona). 

Cedida

Desokupan el hotel de Lloret que pinchaba la luz

Lo detallan fuentes del sector, que alertan de que la saga hotelera ha alcanzado una entente con Burlington en un caso penal en la que éste les acusaba de alzamiento de bienes e insolvencia punible. 

Salvo giro sobre la bocina, la causa no terminará en penas de cárcel para Lluís Turró y María Turró, los dos principales acusados. La Fiscalía Provincial de Barcelona pedía inicialmente ocho años para cada uno.

Frustran la venta

La fumata blanca sí tiene consecuencias en el mercado, insisten las mismas fuentes. La más evidente es que la gestión de los Turró frustró la venta del activo, que ahora gestiona Alegria Hotels, la hotelera de la familia Pascual. 

Y por otro lado, supone un golpe reputacional a la oferta turística en la costa de Barcelona y baja Costa Brava. Porque la mejorable explotación del Mercury llegó incluso a provocar un corte de luz. 

El precedente de Velasco

También ocurrieron estos cortes de electricidad anteriormente con otro gestor de la zona, el empresario José Luis Velasco, que llegó a tener un portafolio de cuatro alojamientos en Lloret de Mar (Girona), y ya no le queda ninguno. 

"Tenía el Sun Village, Mediterranean Sands, Savoy --los tres en manos de Alegria Hotels--- y el Selvamar--ahora Best--, y los ha perdido porque fue declarado non grato en la Costa Brava", recuerdan desde el sector.

Si los Turró --conservan el hotel Las Vegas de Calella-- siguen esa senda tras el pacto, está por ver. 

La 'franja top' de Santa Susanna

Hay un tercer impacto. El conflicto entre Burlington y los Turró en el Mercury ha mancillado la llamada mejor franja de Santa Susanna.

La franja hotelera de Santa Susanna, desde el aire Cedida

Lo explican desde el sector: el Mercury está situado en el litoral mágico del Maresme: se agrupan hoteles como el Caprici (cuatro estrellas); Aqua hotel Onabrava (cuatro); Atzavara (cinco) y el propio Mercury (cuatro), entre otros. "Y frente al mar, apartados del centro y con todos los servicios a mano, lo que provoca que Santa Susanna no note congestión turística alguna. Es una historia de éxito". 

De hecho, la excelencia de esta strip hotelera es tal que el ayuntamiento está diseñando un plan para ampliarla. 

Mala praxis

En cualquier caso, la conformidad supone que se acuerda la condena. Esto es, hay una admisión de mala praxis, por insignificante que sea, por parte de los Turró. Y ello no es materia menor, puesto que Lluís Turró llegó a presidir la Fundació Turística de la localidad.

Burlington, con mandato de Bank of America, les acusó de falsear el alquiler del hotel a la baja con una sociedad vinculada y descapitalizar la sociedad. Con el fin de engrosar el pasivo, terminar en concurso de acreedores y forzar una quita de la deuda, que alcanzaba los seis millones de euros. 

Segundo traspié

En el lado del denunciante, la conformidad de Burlington supone su tercer traspié en la costa catalana desde que llegara mandada en 2015 a la caza de hoteles muy endeudados por orden de Bank of America. Para ese cometido, se apoyó en la firma barcelonesa Hipoges. 

El hotelero que pinchaba la luz es agente de viajes

La primera pifia fue el Hotel Monterrey, de Lloret de Mar (Girona), que compró en 2016, explicó este medio. "Funcionó mal y ha terminado delegándolo a Meliá", constatan desde la industria.  

Luego, vino el embrollo con el Mercury. En estos momentos, Burlington retiene los hoteles Samba y el Don Juan en Lloret de Mar. En este último, por cierto, también fueron a los tribunales por los créditos, en su tercer tropiezo. Como con los Turró, ganaron. Fue en 2020.

Alegria, el ganador

Este medio ha contactado con Alegria, el actual gestor del hotel Mercury, que se ha desvinculado del pulso entre tenedor de la deuda y acreedor, alertando de que tomaría acciones judiciales si se le implicaba. 

En cualquier caso, uno de los ganadores de la lucha por el vacacional en la Costa del Maresme y la Costa Brava es precisamente la familia Pascual, que ha abierto un ramillete de Alegria en ambas franjas. Eso sí, han tenido que ver como su exsocios, los Cañellas de la cadena balear Fergus Hotels, desembarcaban en Cataluña, pese a que habían pactado que no lo harían. 

Es la lucha secreta entre exaliados por el sol y playa catalán, como avanzó este medio. 

Crónica Global ha contactado con el entorno de la familia Turró para recabar su versión sin obtener respuesta.