
Grupo Griñó se dedica a la gestión de residuos
Griñó planeaba introducir en Cataluña 60.000 toneladas de basura de Nápoles
El grupo catalán investigado por tráfico ilegal de residuos ve cómo Tarragona paraliza su proyecto de almacén en el Puerto
Los ecologistas exigen que se clausure también su vertedero de Cuenca
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Griñó Ecològic, el grupo investigado por presunto tráfico ilegal de residuos, quería introducir hasta 60.000 toneladas de basura de ciudades italianas como Milán o Nápoles en Tarragona. El conglomerado leridano ha visto cómo una operación policial que investiga la entrada ilícita de desechos le paralizaba, por ahora, un almacén de 2.500 metros que quería construir en la dársena de la capital provincial.
Es lo que atestigua la memoria técnica del almacén para residuos "transfronterizos" de 2.500 metros cuadrados que Griñó quería construir al sur del Puerto de Tarragona, en el Muelle Cantabria.
El conglomerado presentó la documentación del proyecto en agosto de 2024. La Autoridad Portuaria de Tarragona preguntó al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) que, según las mismas fuentes, puso peros al proyecto.
Paralizado
El estoque al plan lo ha dado una intervención policial. La Guardia Civil llevó a cabo la pasada semana la operación Rifiuti, en la que arrestó e imputó a 22 personas, incluyendo al propio consejero delegado de la firma, Joan Griñó.
La Benemérita sospecha que una red de empresas, con la leridana como mascarón de proa, introdujo cerca de 40.000 toneladas de basura en España de forma irregular desde 2021 hasta ahora. Los residuos procedían de Italia y, en muchos casos, de Nápoles, capital de la región de Campania.
Ese operativo ha erosionado aún más las opciones de que la nave portuaria de basura vea la luz.
"Pediremos el cierre de su vertedero"
Es así porque toda la actividad de Griñó se ha situado ahora bajo la lupa judicial. La instrucción del caso la tutela el juzgado de instrucción número 5 de Tarragona, que busca determinar si los indicios de mala praxis son sólidos.

Vertedero de Almonacid del Marquesado, operado por una filial de Griñó
Los ambientalistas creen que sí lo son. Ecologistas en Acción lleva años luchando contra la actividad de la empresa leridana en destino, donde se almacenaba la basura que importaba de Italia.
"Nos personaremos en la causa y pediremos a la juez que ordene el cierre cautelar del vertedero de Almonacid del Marquesado (Cuenca)", ha explicado Carlos Villeta, presidente de la oenegé en esta autonomía.
"Posible actividad criminal"
Villeta recuerda que la instalación conquense, muy criticada por los vecinos, "podría ser la última estación de una actividad criminal organizada", en referencia a la operación Rifiuti.
Ante ello, Ecologistas pedirá el "cese cautelar de actividad" del basurero, operado por medio de la filial de Griñó Reciclados del Marquesado SL, en el marco de la causa penal. Y, también, "que se publiquen los convenios entre la empresa y el ayuntamiento, puesto que no son públicos".
"Les han pedido más garantías"
En origen, los pro-medioambiente catalanes también son contundentes. Tanto Gepec como Ipcena avanzan que estudiarán personarse en el caso judicial contra Griñó para "recabar información". En relación a Tarragona, Joan Vázquez, secretario general de la segunda entidad, confirma que el almacén portuario eriza vellos.
"El ministerio ha pedido más garantías para los residuos que llegan", ha explicado a Crónica Global. Se trataría de certificados de comprobación que corroborarían que los desechos no son peligrosos. "Lo que tenemos es una estructura de trata de residuos contraria a ley que, ahora, podría ser incluso criminal", resume.
"Pagando cánones es legal"
Otras fuentes del sector han matizado la información. Han recordado que, en efecto, Griñó opera vertederos en Tarragona y Cuenca, y que pretendía construir el almacén en la dársena.
"Los residuos peligrosos no tienen por qué estar prohibidos, siempre que estén trazados y se paguen los cánones correspondientes, que son muy elevados", explica una fuente profesional del sector.
La misma voz ha recordado la dificultad en la labor de control por parte de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) por los "cambios políticos constantes" a la que se ve sometida. "Se reemplaza la capa política y al final sólo quedan los técnicos", constata.
Documentación falsa y sin tratamiento
De hecho, los ecologistas -Gepec fue uno de los pioneros- llevan años denunciando la importación de basura italiana a España. Ahora, el Servicio a la Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha peinado el sector y lo ha golpeado.

Vista aérea del Puerto de Tarragona
Los agentes, con mandato judicial, creen que Griñó y sus empresas repatriaban desperdicios de ciudades italianas como Milán o Nápoles. Los efectivos policiales creen que, una vez en España, se validaban con documentación falsificada y no se trataban, sino que Griñó los enterraba en sus vertederos.
La empresa lo niega, pero encaja cautelares
A su vez, la firma lo niega. A preguntas de este medio, una portavoz informó que emitirán un comunicado en los próximos días. Por lo pronto, el grupo niega cualquier irregularidad.
Eso sí, algunos directivos de la compañía, incluido su CEO, Joan Griñó, y su responsable de relaciones institucionales, Albert Mateu, son dos de los investigados. Tienen el pasaporte retirado y el juzgado ha autorizado bloquear bienes y cuentas de la empresa por si tuviera que pagar una cantidad en concepto de responsabilidad civil.
Negocio
Globalmente, el instituto armado cree que Griñó Ecològic facturó cerca de 19 millones de euros por medio de la importación de 160.000 toneladas de basura importadas desde 2021 a razón de tres a cuatro camiones semanales.
En el último ejercicio cerrado, 2023, esta rama de Grupo Griñó cotizada en el BME Growth, el mercado bursátil continuo, ingresó 67,2 millones de euros (+9,1%). A su vez, el ebitda o beneficio bruto llegó a la muy saludable cifra de 10,28 millones.
Para apoyar este negocio se proyectaba el almacén en el Puerto de Tarragona.
La sombra de la mafia
Sin que nadie la nombre, sobre el mazazo policial a Griñó sobrevuela la figura de la mafia italiana. Es así porque investigadores y expertos han confirmado la elevadísima presencia del crimen organizado en el ciclo ambiental transalpino. Y su rol de gestor de los sobrantes.
Legambiente, oenegé líder en la defensa del medioambiente, destacó en su informe Ecomafia 2024 [consultar aquí] que los delitos ambientales en las cuatro regiones italianas más permeadas por la mafia, Campania, Puglia, Sicilia y Calabria, concentran el 43,5% del total del país.
La gestión ambiental mafiosa es una industria que movió cerca de 8.800 millones de euros en 2023, según la misma fuente.
Este artículo se ha elaborado sin las versiones de Puerto de Tarragona, Griñó y el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que no han contestado a este medio.