
El presidente de ACS, Florentino Pérez (dcha.), y el consejero delegado, Juan Santamaría, en la última junta de accionistas / ACS
ACS alcanza máximos históricos en bolsa impulsado por su estrategia de proyectos de nueva generación
Los títulos de la compañía ha llegado a superar este miércoles la cota de 51 euros, lo que dispara su capitalización por encima de 13.300 millone y le sitúa entre las 15 mayores del Ibex 35
La apuesta de ACS por los proyectos de nueva generación, reflejada en su plan estratégico a tres años, no ha tardado en dar sus frutos en el mercado. Este miércoles, las acciones del grupo de construcción y concesiones han alcanzado un nuevo hito bursátil al superar por primera vez la cota de 51 euros.
Durante la sesión, ACS ha liderado las alzas del Ibex 35, con subidas que han llegado a superar el 5%. El valor se ha visto beneficiado por los primeros anuncios en materia de inversiones de la Administración Trump en EEUU, un mercado capital para la compañía.
Sin embargo, el grupo que preside Florentino Pérez acumula más de tres años con el favor de los mercados de su lado. Como prueba de la sostenibilidad ofrecida por la trayectoria alcista de su cotización, ACS es el segundo valor del índice selectivo que más ha revalorizado en los últimos tres años.
En este periodo, sus títulos se han apuntado una subida en torno al 139%. Un rendimiento sólo superado por el Banco Sabadell, cuya cotización se ve condicionada por la OPA hostil lanzada el pasado mes de mayo por BBVA.

Juan Santamaría, CEO de Grupo ACS EUROPA PRESS
Desde el cierre de 2022, ACS ha progresado cerca de un 90% en bolsa, lo que ha disparado su capitalización bursátil por encima de los 13.300 millones de euros. En este periodo, el valor de la compañía se ha incrementado en cerca de 6.000 millones de euros.
Una cifra que permite al grupo situarse a la altura de compañías como Repsol. Y también, contarse entre las 15 de mayor tamaño del Ibex 35.
Simplificación y nuevos negocios
De esta forma, los inversores han recompensado los últimos movimientos estratégicos que ha ejecutado el grupo. Tras deshacerse de su negocio de servicios industriales, ACS ha buscado oportunidades en segmentos como el de la energías limpias y, muy especialmente, en negocios relacionados con nuevos desarrollos tecnológicos.
Al mismo tiempo, la compañía emprendió un proceso de simplificación de su estructura societaria, plasmado en operaciones como la compra a los minoritarios del capital de la australiana Cimic que no estaba en su poder.
La pasada primavera, ACS presentó a los inversores un ambicioso plan estratégico a tres años. De él llamaron la atención tanto su capacidad para garantizar un dividendo creciente para el accionista como el apartado reservado a esos negocios de nueva generación.
El paradigma de este tipo de apuesta ha sido el modelo de los grandes centros de datos encargados por los gigantes tecnológicos norteamericanos. En los últimos meses, una parte importante del impulso experimentado por la cartera de ACS se debe a los contratos que el grupo ha obtenido tanto en Norteamérica como en la región de Asia/Pacífico en esta área.
Junto a este negocio, la compañía también se ha posicionado de forma destacada en otros en pleno auge como el de la fabricación de baterías eléctricas para vehículos.