
La Seu de Lleida, un bien de interés cultural CANVA
Lleida, la primera ciudad de España que veta los ‘data centers’
El alcalde de la capital del Segrià asegura que "no aportan nada a la economía local y gastan mucha energía y agua", mientras los expertos lo rebaten
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Parecía que toda Europa se daba codazos por atraer inversiones de centros de datos, el activo de moda en la economía digital. En los últimos años, se ha iniciado una frenética carrera entre grandes corporaciones para levantar estas instalaciones en España. Pero hay una ciudad díscola: Lleida, el primer municipio del país que se opone a estas instalaciones.
La capital del Segrià no quiere centros de datos. Su alcalde, el socialista Fèlix Larrosa, reitera que estos equipamientos que se usan para guardar y procesar información digital “no aportan nada a la economía local”.
El consistorio insiste en que no generan suficientes puestos de trabajo cualificados y consumen mucha agua y recursos energéticos.
Por ello, Lleida ha rechazado la apertura de diversos proyectos de este estilo. Según explica la SER, una empresa llegó a comprar suelo rústico para levantar un data center, pero el ayuntamiento les advirtió de que no cambiaría el uso de los terrenos. Todo terminó en agua de borrajas.
Colliers carga contra "la desinformación"
Para José María Guilleuma, director de Data Center en la consultora Colliers, estos argumentos sólo se basan en “la desinformación”.
Este experto en el sector reconoce que los data centers consumen mucha energía, sí, pero porque “son un activo necesario en la actualidad” y no hay “nadie mejor que un data center para consumir energía de forma eficiente”.
"Mano de obra cualificada"
Guilleuma también rebate la afirmación de que los data centers no generan puestos de trabajo: “En primer lugar, hay que construir la instalación durante años, lo cual genera puestos en la construcción”.
Además, insiste, aporta mano de obra indirecta y perfiles muy cualificados, al actuar como ancla para la industria en el municipio donde se desarrolla. “Un data center necesita trabajadores muy cualificados; y si no los encuentra, los forma”, apunta,
Por último, el directivo señala como “paradójico” que sólo se insista en que los data centers gastan agua y energía, cuando el mismo argumento se podría dar en toda la industria, incluidos parques de baterías o generadores de hidrógeno.
Lleida, la cruz; Aragón, la cara
Mientras Lleida desdeña los centros de datos, el territorio vecino, Aragón, intenta atraerlos. El Gobierno aragonés ha buscado generar suelo para estas inversiones, y así ha captado hasta 33.000 millones de euros por parte de Blackstone, Microsoft, Amazon Web Services (AWS) y Box2Bit.
Cuando estos estén terminados, Aragón se habrá convertido en una de las regiones de Europa con mayor capacidad de procesamiento de datos, unos 1.800 Mw.

Imagen de archivo de un 'data center' en Estados Unidos
Otros enemigos de los 'data centers'
Lleida ha sido la primera ciudad de España en tumbar un proyecto así, pero no del mundo. En 2020, Google quiso abrir un centro de datos de 200 millones de euros en Chile. Pero un tribunal del país andino tumbó el proyecto por el enorme uso de agua que requería.
En España, también ha recibido muchas críticas un hipercentro de datos de Meta en Talavera de la Reina. El centro, que consumirá más de 600 millones de litros de agua potable en una zona en peligro de sequía, de momento sigue adelante.