Desde 1990, y según datos de la Organización de las Naciones Unidas, los índices de pobreza extrema de nuestro planeta se han reducido a la mitad. Aun así, la pobreza alcanza a más de 836 millones de personas en el mundo. El concepto pobreza va más allá de no tener acceso a una alimentación digna y constante, también contempla el acceso limitado a la educación o a otros servicios básicos, como la luz, el gas o el agua, y es conocida como pobreza energética. Según el III Estudio de Pobreza Energética de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), en España más de cinco millones de personas, el 11% de los hogares, no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada en los meses de frío.