Jesús Contreras, el atracador del chándal, pasó 20 años en la cárcel, la mitad de su vida (tiene 43 años), por sus delitos; ahora, pasará otros siete meses entre rejas por unos hechos que ni siquiera recordaba, pero nadie se acordará de él. Nadie llevará un lazo en el pecho en señal de solidaridad.