Reportajes
Toma nota de esta guía cinéfila para conocer la ciudad a través de los ojos de tus personajes favoritos
Woody Allen es amante de llevarnos a través de sus historias por ciudades cuya espectacularidad y belleza son conocidas por todos, como por ejemplo la Ciudad Eterna en A Roma con amor. Para meterte en la piel de los protas, toma un café en La Bottega del Caffè, situado en Piazza della Madonna dei Monti, barrio donde transcurre la película.
Echa un vistazo por la cerradura mágica, como muestra la película La gran belleza, de Paolo Sorrentino. Al lado del Jardín de los naranjos, situado en el Monte Aventino, se encuentra uno de los secretos mejor guardados de la ciudad: la cerradura de la puerta del Palacio del Aventino. A través de ella, se puede apreciar, en un encuadre de cipreses, la cúpula de la Basílica de San Pedro.
Cómete un helado italiano en la Piazza de Spagna como Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma.
Tira una, dos o tres monedas en la Fontana de Trevi. No te podrás dar un baño como Anita Ekberg en La dolce vita, pero si tiras la moneda cuenta la leyenda que seguro que vuelves.
Pasea por el Trastévere, como el Ladrón de bicicletas.
Entra al Coliseo sin tener que esperar por la Puerta del Gladiador, como el general Máximo de Gladiator.
Pon un candado en el Ponte Milvio como los enamorados de Perdona si te llamo amor de Federico Moccia. Aquí empezó la revolución de los candados, como símbolo de su amor eterno, pero que a día de hoy está prohibido por precaución.