Si estas vacaciones nos acercamos por Galicia, Celanova, a escasos kilómetros de Orense, merece una visita. El Monasterio de San Salvador, justo en el centro del pueblo, es de esos lugares que dejan al viajero mas viajado con la boca abierta: una armoniosa mezcla de románico, renacentista y barroco que hipnotiza. Y a pocos metros, la calle San Roque ofrece lugares para comer y tapear para todos los bolsillos. O forno do Lito es un gran restaurante con pescados y mariscos fresquísimos servidos con guarniciones generosas. Y la ternera rubia gallega no se queda atrás. Casa Berta es un simpático local, que no estaría fuera de lugar en Williamsburg, decorado con gusto y autenticidad donde sirven croquetas, tortillas, embutidos, vinos y latas de la zona. Enfrente, Adega do Iván sirve una fabulosa tortilla de patatas hecha al momento y croquetas de jamón y chipirones así como un delicioso y fragante Mencía de la Ribeira Sacra que desborda frutos rojos y regaliz por los cuatro costados y que casa con todo: Tear, difícil de encontrar fuera de Galicia. Otra visita imprescindible: la ya histórica taberna O Tellado, en la rúa Emilia Pardo Bazán, donde el sin par Moncho sirve jamón, caldo gallego y pulpo, y se arranca a cantar con los clientes mas lanzados.