La misa de La 2 (la UHF de toda la vida) ha pegado un subidón que ya está la cosa en la órbita de Mediapro. Jaume Roures no tiene manías. Presume de comunista y de colega de Pablo Iglesias, el que incita a la turbamulta a pedir que se derogue la misa televisiva en la tele pública, pero el programa es un tiro, un 1 fijo en la quiniela y a Roures no se le escapa una.

A falta de motos y coches, la celebración eucarística en La 2 consiguió este domingo una cuota de pantalla del 18,2% y una media de 954.000 espectadores. Oficiaba el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en la iglesia de Santa Teresa Benedicta de la Cruz de Arroyo del Fresno, municipio de la jurisdicción del señor obispo metropolitano. El minuto de oro aconteció a las 11.03 horas, con 1.041.000 fieles televidentes amorrados al televisor. El audímetro se disparó hasta el 19,3 %, un porcentaje inaudito en España desde los inicios de las televisiones privadas, allá por 1990.

Tales datos de audiencia se deben al antecitado Pablo Iglesias y sus cuates, comecuras de boquilla y chicas en ebullición que gritan por las capillas "menos rosarios y más bolas chinas". Ha sido poner en tela de juicio la misa católica de la televisión pública en un Estado aconfesional y el asunto ha generado una circulación que no sería extraño que alguna compañía de seguros tipo La paz eterna pretenda patrocinar la estola del sacerdote o la blusa del acólito.

La producción del evento es bastante tosca y no poco monótona. La realización alega que no da la cosa precisamente para virguerías ni planos contrapicados, pero con algún truco de iluminación y un cameramen de bodas y comuniones que no se arrugue ante el oficiante ganaría muchísimo la retransmisión. Estamos en que una misa no es el fútbol, pero tampoco la señal de una cámara de la Dirección General de Tráfico (DGT). Eso sí, o el sermón es un sermón en serio, con sus admoniciones tremendas, sangrientas y detalladas descripciones de los pasajes más duros del Antiguo Testamento y una dramática y crispada gesticulación o no hay tema y el interés decaerá. La Conferencia Episcopal tiene una oportunidad de oro. La misa es dinamita catódica.

En Telecinco no están interesados, de momento, en echar misas los domingos y eso que todavía no tiene los derechos Roures. Paolo Vasile está cortando cabezas y le ha tocado a María Teresa Campos, a quien le han anunciado la cancelación de Qué Tiempo Tan Feliz, QTTF (no confundir con Catalunya Sí Que Es Pot, CSQEP), que llevaba ocho años en pantalla. Informativos y Saber y Ganar aparte no había en la tele programa más antiguo, dicho sea desde la antropología. La matriarca de las Campashian ha declarado en un Sálvame que en unos días va "a firmar una cosa muy importante con Mediaset". Cuidado no sea el finiquito.

First Dates, el formato de citas a ciegas que dirige Carlos Sobera (que sí, es millonario, pero ¿a cambio de qué?) en Cuatro baja de audiencia en su especial sábado, sabadete. La saturday night es más dura que fever con la competencia de Jorge Javier, Marhuenda y el peliculón de Antena 3, pero el espacio de Sobera es de culto, al punto de que se hacen listas de las mejores frases del programa, una cosa tipo "le cuesta pillar los chistes, pero eso es bueno, que sea cortita" (correspondiente a un bípedo de 24 años) o "tú no eres modelo: eres una tía gorda que quiere ser modelo" (proferida por un ejemplar de 30 años).

La última perla en First Dates corresponde a una muchacha llamada Begoña, actriz de doblaje en Juego de Tronos, que en el chauchau previo con Sobera dijo necesitar "que me follen la mente, básicamente". O sea,"to piss and take no drop".