Primeras planas

El Govern de los ayatolás y el tuitero de los Mossos

'El País' integra en su libro de estilo el término "separatista" y 'La Vanguardia' editorializa que el nuevo director de la policía se desempeñará con "sujeción a la ley"

18 julio, 2017 09:16

El tuitero nuevo que comanda los mossos dice que los españoles le dan pena y que él es un "soldado" de Puigdemont. Hasta Marta Pascal habla de soldados. Parece que en el bloque secesionista hay bofetadas por confirmar los calificativos de la prensa no adicta. Talibanes, radicales, fundamentalistas, pirados de la vida y ayatolás son epítetos de uso corriente, igual que purga, depuración y escabechina. 

Titulares de portada. En El País: "Los separatistas se hacen con el pleno control de la policía". O sea que ya se puede decir separatista y no convertirse de facto en un fascista. A este paso valdrá escribir Generalidad. En El Mundo: "La Generalitat depura a los Mossos y llama a la rebelión ciudadana". En El Periódico: "La purga en Interior alarma a los Mossos". En el E-noticies: "Un 'hiperventilat' al capdavant de 17.000 policies".

elpais.200

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Ante semejante panorama, La Vanguardia opta por suavizar los contornos. Titula en primera a la manera descriptiva: "Dimite el jefe de los Mossos, discutido por el soberanismo". El editorial acentúa la normalidad de los sucesos en Palau: "La dimisión presentada ayer entra en la lógica impuesta por el president Puigdemont, que quiere encarar esta recta final incierta con un equipo convencido de qué camino seguir y que transmita confianza rotunda en la celebración del referéndum. Batlle se ha mostrado convencido en su despedida de que la policía catalana seguirá “perseverando en la defensa y bienestar” de los ciudadanos “con escrupuloso respeto y sujeción a la ley”, un deseo que, sin duda, hará suyo su sucesor".

Sin duda. Fijo que Pere Soler Campins, que así se llama el soldado cívico, pacífico y festivo del 1-O, está pensando en que los Mossos cumplan la ley y detengan a Puigdemont si lo ordena un juez de instrucción.

Guillem Martínez traza una completísima cartografía del momento procesal en su columna en Público del que extractamos un par de puntos: "Hay datos que invitan a suponer que, como mínimo hasta esta semana, el Govern tenía claro que, en efecto, no convocaría un referéndum. El Conseller Baiget, dimitido hace unas semanas, viajó a Londres alrededor de un mes antes de su desaparición. Allí se entrevistó con un medio financiero. El mensaje que les dio fue claro. “Tranquilos, no habrá independencia”. Como explicación, me dicen, dijo, riendo: “Madrid no nos deja”". 

Párrafos más tarde sostiene e informa: "¿Se hará el referéndum? Diría que no. Pero diría que el Govern, no obstante, puede exponerse conscientemente a ir a la trena. El Govern llegará hasta el final. Es decir, hasta donde pueda. Sabiendo que no habrá votación popular. Todo su periplo hasta los juzgados irá acompañado de campañas ciudadanas de movilización. Se ha hablado, en ese sentido, de que en octubre se iniciará una movilización continua, con ocupaciones de espacios. En un primer momento se habló de ocupar dependencias del Estado --no tenemos muchas; supongo que aeropuerto, Hacienda, Delegación y alguna peña rociera con la Virgen condecorada por Interior--. Ahora, la ANC, vertebradora de la cosa, parece ser que se ha decidido por ocupaciones realizadas por público tieta (sic) --la tieta es la hermana soltera de tu padre, madre o abuelos; por definición son personas mayores y limpias y que votan orden y, últimamente, Procés--".

En El Mundo, Arcadi Espada teoriza en su artículo sobre el nervio ciudadano de la denominada "mayoría silenciosa" y el partidismo constitucionalista: "En Venezuela miles de personas se juegan la vida cada semana en las calles, convocados por la oposición y pacíficamente alzados contra la Autoridad. Por el contrario, aún es hora de que los tres partidos democráticos (o los dos y medio), hagan un mínimo gesto para que los ciudadanos españoles, catalanes y no, manifiesten en las todavía confortables calles de Barcelona un acto masivo de repulsa y desautorización del golpe al Estado que planea el gobierno desleal de la Generalidad. No solo en la aritmética, sino también en la política y en la moral, va el número 2 antes que el 155".

El 2 es el que expone: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".

La Razón se avanza y anota en la tapa: "La Fiscalía actuará contra el Govern por prevaricar si compra las urnas". ¿Y si ya las ha comprado? La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría confía en la celeridad y contundencia de los mecanismos judiciales. 

Carmen Morodo firma la información sobre los preparativos de la Brigada Aranzadi: "La maquinaria judicial se pondrá de nuevo en marcha de manera inmediata en cuanto se haga oficial el acuerdo de la Generalitat para comprar las urnas para el referéndum ilegal del 1 de octubre. Aunque ayer por la tarde desde la Generalitat todavía mareaban sobre la fórmula elegida. Las tensiones internas por miedo a las consecuencias de la actuación del Estado de Derecho están dinamitando la unidad de acción y el propio proceso secesionista. La acción legal irá por una doble vía. La Abogacía del Estado se dirigirá al Tribunal Constitucional (TC) para solicitar, en aplicación del artículo 161.2, la suspensión inmediata del decreto del Gobierno catalán, y advertir a sus firmantes de las consecuencias de desobedecer esa suspensión. Al mismo tiempo la Fiscalía abrirá diligencias contra los firmantes. Si lo hay o los hay, la Fiscalía actuará ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por prevaricación contra quienes avalen esta decisión para sostener un acto ilegal. Si hay presupuesto, también por malversación. Y en el caso de que se desobedeciese la suspensión del TC, la querella se ampliaría por desobediencia".

A todas estas, el empuje económico español presenta amplias zonas de sombra aliñadas por la estulticia de los euroburócratas. En El País, Claudi Pérez firma un texto sobre lo mucho que crece la actividad y la precariedad todavía más. La receta de la comisaria europea es de nota: "“Hay que seguir con las reformas y con su aplicación”. La comisaria de Empleo, Marianne Thyssen, presentó este lunes una batería de cifras que demuestran que España sigue en el furgón de cola tanto en el mercado laboral como en los indicadores de pobreza, exclusión social y desigualdad, pero a renglón seguido apuntó la receta de siempre: profundizar en las reformas. Preguntada por la relación entre las últimas reformas laborales (tres desde que empezó la crisis) y el nivel de precariedad, Thyssen se limitó a asegurar que España “está entre los países en los que las reformas eran más urgentes” y relacionó la mejoría en el empleo con ese impulso reformista. Ni una palabra de la temporalidad, del subempleo o de la tasa de desempleo juvenil, indicadores en los que España, según los propios datos de Bruselas, figura por norma entre los peores países de la UE. (...) Hay un alud de datos demoledor para un país que se recupera a tasas de crecimiento del 3% pero que no termina de trasladar esa mejoría a toda la población. Un solo dato permite contar esa historia: el desempleo en España sigue en el 18,7% —solo Grecia y su crisis oceánica presentan peores números—, mientras que no alcanza el 5% en Alemania, República Checa, Hungría, Malta y Reino Unido".

18 de julio, santoral: Emiliano, Federico, Marina y Gundenes vírgenes y Sinforosa e hijos.