Política

UGT debe 23,3 millones a la fundación que utiliza para desviar fondos públicos

La UGT habría estado empleando dinero de subvenciones públicas para sufragar los gastos de una fundación cultural (IFES) cuyo propietario al 100% es el propio sindicato. Además, otras dos empresas filiales, encargadas de gestionar los servicios de formación de dicha fundación, habrían desviado el dinero de vuelta a UGT. Con todo, el sindicato debe a IFES 23,3 millones de euros por sus servicios.

13 noviembre, 2013 10:41

El Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES), gestado en 1987 por Nicolás Redondo, en tanto que fundación cultural privada de la UGT, al parecer se ha convertido en una vía para desviar fondos públicos en beneficio del sindicato. 

Como se explica en la página web del instituto, a lo largo de todos estos años el IFES, que cuenta con un plantilla de 1.082 personas, entre docentes (725), administrativos (338) y directivos (19), "ha impartido más de 110.000 cursos y ha contado con la confianza de 1.600.000 alumnos".

Sus objetivos declarados consisten en dar "formación profesional para el empleo" y "ofrecer soluciones a las múltiples necesidades formativas de empresas y trabajadores". Sin embargo, y según recoge este miércoles El Mundo, "lo habitual es que UGT contrate con el instituto la realización de cursos de formación por subvenciones que consigue el sindicato y que luego no abona de manera automática".

Esta maniobra ha cobrado la dimensión de escándalo público debido a que UGT es propietaria al 100% de esta fundación, a la que no obstante, y según las últimas cuentas disponibles de 2012, debe 23,3 millones de euros. Al mismo tiempo, dos empresas, una destinada al alquiler de locales donde impartir las clases, Localmur, y la otra a materiales didácticos, Formación 2020, de las que el IFES es propietario al 95%, son también filiales de UGT y le han proporcionado a éste un patrimonio de 13,21 millones de euros.

"Maximizar la gestión de los fondos"

Según consta en una circular de la fundación, el mandato para los trabajadores del IFES era "contratar los servicios necesarios" con ambas empresas. Y así, el único cliente de Formación 2020 no es otro que el IFES. Tal y como se recoge en el diario de Unidad Editorial, "la estrategia de la sociedad radica en vender los libros a precio de mercado a IFES, pese a haberlos comprado al por mayor con descuentos que oscilan entre un 40% y un 60%". Esta firma registró un ratio de beneficio sobre facturación del 24,03% en 2012 comprando y vendiendo libros.

Creadas en 1997 para maximizar la gestión de los fondos de formación que recibía IFES, en poco menos de siete años ambas filiales de UGT incrementaron su patrimonio en un 200,2%. Formación 2020 es a su vez propietaria al 80% de Localmur. De modo que, en una suerte de jerarquía contable, este patrimonio acumulado ha acabado recabando en beneficio de UGT.

Y sin embargo, el sindicato adeuda, según El Mundo, los ya mencionados 23,3 millones de euros al IFES. Esta fundación está en manos de un patronato formado por 20 miembros. De estos, 18 son responsables de formación de las delegaciones regionales del sindicato y de algunas federaciones. La presidenta, Teresa Muñoz Rodríguez, es también la secretaria de Formación de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT. Y el secretario del IFES, Antonio Retamino Megías, es al mismo tiempo el tesorero del sindicato.