De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Juan Rosell, Josep Lluís Bonet, Antón Costas, Joaquín Gay de Montellà, César Alierta, Ana P. Botín, Francisco González e Isidro Fainé.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Juan Rosell, Josep Lluís Bonet, Antón Costas, Joaquín Gay de Montellà, César Alierta, Ana P. Botín, Francisco González e Isidro Fainé.

Política

Los empresarios preparan una estrategia final a ‘la escocesa’ contra la independencia catalana

CEOE, Cámara de España, Círculo de Economía, Foment del Treball y varias empresas del Ibex 35 sopesan irrumpir en la última semana de campaña electoral contra las tesis que avalan Mas y Junqueras

17 septiembre, 2015 20:07

A los grandes empresarios les ha entrado el vértigo en la recta final de la campaña catalana. Se sienten huérfanos ante los grandes partidos políticos (PP y PSOE) y más responsables que ellos sobre lo que puede suceder en Cataluña el próximo 27 de septiembre en las elecciones. Ahí nace la motivación de intentar, esta próxima semana, hacer llegar al máximo posible de empresarios catalanes su opinión sobre qué consecuencias nefastas tendría para la economía una eventual victoria de las fuerzas independentistas.

A imagen y semejanza de lo que sucedió en la recta final del referéndum sobre la independencia de Escocia, cuando los grandes poderes económicos alertaron en bloque de la necesidad de impedir la secesión, varias asociaciones patronales y empresariales, así como diferentes multinacionales españolas de primer nivel han tomado cartas en el asunto. Su intención es hacer extensiva a la sociedad su preocupación por el marco catalán de manera conjunta. En varios casos, ya se han manifestado de forma individual.

Asociaciones y grandes multinacionales

Así, entre los promotores de esta llamada a la cordura contra el proceso de Artur Mas y Oriol Junqueras figuran la CEOE, la Cámara de España, la catalana Foment del Treball y el Círculo de Economía. No están sólos, Banco Santander, BBVA y Telefónica están apoyando entre bambalinas una respuesta coordinada frenta al independentismo.

En las próximas horas deberá fijarse cuál es la estrategia más adecuada para presentarse ante la sociedad y el mundo económico. Entre los organizadores se barajan diferentes alternativas. La celebración de un acto masivo los días 22 o 25 es una de las que están sobre la mesa, pero no la única. Otra de las estrategias que se barajan es la posibilidad de dirigirse de manera personalizada a las más de 200.000 empresas catalanas para hacerles llegar la posición contraria a cambios en el status quo. Se da la circunstancia de que la celebración de un acto público cuenta con algunos problemas logísticos para su celebración y tiene un impacto limitado en términos de comunicación.

Autorizaciones y consultas internas

De momento, sólo la CEOE ha dado un mandato amplio a su presidente para que muestre el rechazo frontal de la confederación patronal a las candidaturas que propugnan la secesión de Cataluña.

Los órganos de gobierno de la Cámara de España, sin embargo, no se reunirán hasta pasadas las elecciones catalanas, con lo que su presidente, Josep Lluís Bonet, deberá decidir si participa de la iniciativa a título personal. De reciente creación, la cámara española, no obstante, prefiere no interferir en plena campaña electoral. Otra cosa distinta es el apoyo que su presidente, Josep Lluís Bonet, también presidente de Freixenet y Fira de Barcelona, pueda prestar a la iniciativa.

Equilibrios internos necesarios

En Foment del Treball, por su parte, Joaquín Gay de Montellà debe forjar los equilibrios en su junta directiva que, pese a pronunciarse de forma mayoritaria en contra de que estas elecciones sean plebiscitarias, debe vencer las reticencias independentistas de algunos de sus afiliados territoriales, más proclives a las tesis de Mas.

En todos los casos, y en el del propio Círculo de Economía, que preside el economista Antón Costas, la mayoría de entidades abogan por considerar innecesario un cambio en la morfología política del Estado. Sin embargo, a partir de esa premisa general establecen visiones diferenciales en cada caso.

Liderazgo de Alierta contra el proceso soberanista

Menos dubitativo está el presidente de Telefónica, César Alierta, quien desde un primer momento está alentando una respuesta contundente. El todopoderoso jefe de la empresa de telecomunicaciones es, a su vez, el ejecutivo de multinacional que mejor conoce la realidad política catalana, sólo comparable al presidente de Repsol, Antoni Brufau, natural de Mollerussa y alto cargo de La Caixa y Gas Natural durante un largo periodo.

Los dos bancos principales españoles, BBVA y Banco Santander, tienen posturas menos perfiladas, pero cada vez más inquietas por la situación. Francisco González, persona próxima al PP, ha reaccionado en las últimas semanas y sólo a partir de las sucesivas compras de las cajas catalanas arruinadas por la crisis financiera: Unnim y Catalunya Caixa. Desde que González asiste de forma regular a reuniones con ejecutivos catalanes que están al frente de este nuevo negocio con base en Cataluña ha elevado su preocupación por los acontecimientos.

La Caixa, en la retaguardia

En el caso de Banco Santander, la mirada es más lejana. Su negocio en Cataluña es inferior al de BBVA y La Caixa. Aunque su nueva presidenta, Ana Patricia Botín secunda la posición del resto de grandes entidades españolas, ha declinado participar de forma directa en la respuesta. Su ejecutivo de confianza en tareas de relaciones institucionales y comunicación, Juan Manuel Cendoya, ha sido comisionado por Botín para que apoye al empresariado contrario a la independencia.

La posición de La Caixa, que preside Isidro Fainé, ha sido de neutralidad hasta la fecha. La entidad intenta no tomar posiciones con respecto al debate político y se limita a lanzar mensajes de diálogo y negociación. El grupo financiero podría ser uno de los más afectados en caso de secesión, pero también recibiría un alto impacto en su imagen en caso de que su cúpula se pronunciara de forma clara. Pese al descontento que esa distancia genera entre el resto de compañías, Fainé ha preferido asumir el riesgo de la independencia política, al igual que su homólogo de Banco Sabadell, Josep Oliu. En ambos casos, los dos dirigentes son contrarios de manera personal al proceso soberanista.

Crítica a PP y PSOE del empresariado

En todos los casos consultados, existe una cierta inquietud con cuál pueda ser el resultado de las autonómicas del 27S. Y, también, una cierta disconformidad con la actitud desarrollada por los dos grandes partidos españoles. Los grandes empresarios consideran que tanto PP como PSOE están tomando la cita electoral catalana sólo como un preámbulo de las elecciones generales de diciembre y sin ser del todo conscientes de la responsabilidad política que les debiera asistir.

“Incluso los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, están desarrollando estrategias que dejan el debate electoral catalán en un segundo plano, inconscientes de lo que está en juego verdaderamente”, asegura uno de los empresarios consultados.