Felipe González se suma a la presión contra Sánchez

Felipe González se ha sumado a las voces del PSOE que piden la renuncia del secretario general, Pedro Sánchez. Y lo ha hecho revelando una conversación privada mantenida el 29 de junio pasado --tres días después de las elecciones generales-- en la que Sánchez le comunicó que votaría “no” en la primera sesión de investidura de Mariano Rajoy, pero que se abstendría en la segunda.

El expresidente del Gobierno ha manifestado a la Cadena Ser que se sintió “defraudado” y "engañado" cuando los diputados socialistas volvieron a votar contra el candidato del PP. Desde su punto de vista, la actitud de Sánchez no se entiende y añade confusión, sobre todo después de las derrotas electorales en las generales, Galicia y Euskadi.

Permitir que el PP gobierne

Como había dicho en otras ocasiones, Felipe González ha reiterado que si el PSOE no puede gobernar debe dejar que otros lo hagan. Y en este caso es el PP. Lo contrario es no respetar a los ocho millones de ciudadanos que le han votado.

El 1 de septiembre González pidió a Rajoy que se apartara y dos semanas después, que si hay terceras elecciones los cuatro líderes de los cuatro principales partidos no deberían participar. Ahora, ha hecho estas declaraciones desde Santiago de Chile, a donde llegó ayer desde Colombia, tras asistir a la firma del tratado de paz entre el Gobierno y la guerrilla.

Obligado a dimitir

De la misma forma, González ha asegurado que, contra la opinión de Sánchez, si el comité federal del partido no le respalda el próximo sábado en su propósito de convocar el congreso del partido para diciembre, debería dimitir.

Las declaraciones del expresidente del Gobierno ponen de manifiesto el fondo de la guerra fraticida entre los socialistas: la abstención frente a Rajoy, una propuesta que ninguno de ellos ha defendido en público, pero que el sector crítico quiere que Pedro Sánchez asuma, pese a que el comité federal se pronunció en sentido contrario cuando se debatió la cuestión.

Lo cierto es que Felipe González da otro empujón de ayuda a los barones que han decidido intentar el desplazamiento al secretario general defendiendo abiertamente la abstención.

La comisión ejecutiva

En estos momentos, ese sector del partido trata de conseguir que la mitad más uno de los miembros de la comisión ejecutiva --18 de 35-- renuncien al cargo. Los estatutos del partido establecen que esa situación obliga a la renuncia automática del secretario general, lo que debería ocurrir antes del sábado. En el comité federal --300 miembros-- no tienen posibilidad de ganar el pulso. Según dicen oficiosamente, cuentan con 15 de ellos; aunque algunas voces suben loa adheridos hasta 20.

Si Pedro Sánchez consigue apelar a la militancia, ya sea a través de las primarias para el congreso o de una consulta directa sobre qué hacer frente a Rajoy, ganaría cñaramente a sus críticos.

La secretaría general del PSOE ha respondido inmediatamente a las declaraciones de González puntualizando que el partido ha hecho en las dos últimas legislaturas --20D y 26J-- lo que ha acordado el comité federeal, no lo que hubieran recomendado algunas personalidades.