Acto final de campaña del PSC en Barcelona

Acto final de campaña del PSC en Barcelona

Política

Collboni: "No pondré Barcelona al servicio de un proyecto que segrega y separa"

Jordi Hereu se destapa como un mitinero de primera en el acto final de campaña del PSC en Barcelona. Pide "el apoyo de los 134.000 barceloneses que confiaron en mí en el 2011" para Jaume Collboni.

22 mayo, 2015 23:58

"Que yo quiero ser un ladrón. Soy un pillo, tramposo, sinvergüenza, te quito la cartera, el reloj y el pantalón". Que en un mitin político, en los tiempos que corren, se escuche en el precalentamiento del acto a un grupo encima del escenario entonando una canción canalla, incita a la sonrisa.

Los rumberos del carrer de la Cera consiguieron que el alcaldable socialista por Barcelona, Jaume Collboni, y buena parte de su equipo de campaña, menearan las caderas. A saber los regidores que conseguirá el PSC cuando se abran las urnas para el recuento, pero la alegría de cerrar la campaña con alegría no se la quita nadie a sus dirigentes y militantes.

La rumba del PSC

Que la campaña de los socialistas catalanes ha conseguido levantar el ánimo de un partido que olía a funeral, es una evidencia. Sea por convicción, o por puro deseo para evitar la desesperación, el PSC ha ido de menos a más y ha conseguido levantar el espíritu de sus irreductibles. Cuántos quedan se sabrá a partir de las ocho de la noche del domingo.

Tras el 'Jaume, Jaume, el progrés' de la 'Rumba del PSC', y el 'Una lágrima cayó en la arena' (¿Un mensaje para todos los ex consejeros y alcaldes que han pasado a la órbita de ERC?) vinieron los 'rodolins' de Marta Sendra, una de las integrantes del equipo de Collboni.

Poesía eres tú

"Ben fort que soni, l'alcalde és Collboni". "I al costat hi és, la gran Carmen Andrés". Entrañable. Pero menos mal que Jordi Hereu le puso salsa a la cosa, demostrando que aún le queda 'marcha, marcha': "Nosotros siempre vamos a ritmo de rumba, porque es uno de las mejores músicas de nuestra ciudad".

"Supe perder después de ganar durante 32 años, porque hemos sido la única izquierda que ha ganado a la derecha en esta ciudad. ¡Qué coño me han de explicar de historias raras! ¿Qué es la izquierda transformadora? ¡Nosotros, que transformamos la ciudad!". Guau. Con un Hereu así en 2011 no sé yo si Trias no se hubiera jubilado como jefe de la oposición.

Secesión, ni de coña

Como el PSC en materia nacional a veces nos despista, da gusto escuchar mensajes claros como el que lanzó Collboni: "El alcalde Trias ha sido muy diligente y muy servil para obedecer a quien realmente ha mandado estos cuatro años en Barcelona, Artur Mas".

"Porque yo no pondré Barcelona al servicio de un proyecto que segrega y separa, que ya han pactado CiU y Esquerra". Joaquim Coll, socialista de toda la vida y vicepresidente de Sociedad Civil Catalana, fue testigo de este mensaje en pro de la convivencia, que Collboni remachó con un "Barcelona no puede ser moneda de cambio de nada".

Un chico del Baix Guinardó

Collboni quiso reivindicar sus raíces y se definió, a voz en grito, "como un chico del Baix Guinardó, porque quien pierde sus orígenes, pierde su identidad". "Lo primero que haré cuando sea alcalde es cruzar la plaza, hablar con Artur Mas y decirle 'Barcelona ha vuelto'".

Se le veía con ganas de continuar, tanto que aseguró "que yo seguiría dos semanas más de campaña para explicar aún más nuestro proyecto a los barceloneses". Tanto ímpetu le jugó una mala pasada, y dio por terminada su intervención diez minutos antes del timing previsto. Y tuvo que volver a 'buclear' su discurso tras el pertinente aviso.

Queda claro que Collboni no llega fundido a la recta final. Sea el Red Bull o la 'Icetina' que el primer secretario del PSC ha inoculado a sus candidatos, les ha funcionado. Si la receta ha sido la adecuada, lo veremos cuando abran los colegios electorales.