Hay semanas tontas. Se prevé que puede ser interesante por los acuerdos o desacuerdos que el Parlamento apruebe, como derogar la reforma laboral, y ¡zas! Se cambia todo el guión. Porque la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría (la Triple S) se pone de actualidad. Personaje de la semana. Pues vamos con Soraya de Castilla, la Triple S. Por Cataluña ya se empieza a oler su perfume. Y a sentir su peso. “Ha faltado diálogo” con el PSOE para llevar el conflicto catalán a buen puerto. Así lo ha soltado Soraya y a la derecha del PP, con Aznar a la cabeza, le ha faltado tiempo para tumbarla del árbol. Y por Madrid va y aparca en el mismo sitio prohibido que Esperanza para demostrar quién manda en este país. Ella y María Pico, que manda casi tanto, al menos en los medios de comunicación.

Ya sabemos quién tiene el poder en este país. Por si había dudas. Aparco en el carril bus de la Gran Vía madrileña, desafiando la ley y al ayuntamiento de Carmena. Coche, escolta, la Pico de consejera y el público que la aplaude. Ni un guardia. Ni una moto. Ni un periodista. Ni una foto atropellando a algún curioso. Nada. Casi igual que con Esperanza Aguirre donde los medios de la Pico la trituraron. Y bien triturada, con declaración de la renta de postre. Pues Soraya de Castilla aparcó y los de Primark no saben cómo agradecérselo. Ya se lo agradece Cebrián en la editorial de ese residual periódico llamado El País. Hay gente para todo. Y con los papeles cambiados. Prisa aplaude y FAES la pone verde. Este país está del revés.

Parece que Soraya Sáenz de Santamaría también desafía a Mariano Rajoy y le indica quién manda ahora

La organización FAES, que ahora no depende del Gobierno pero sí de Aznar, puso de vuelta y media a la vicepresidenta por decir que el PP tenía que haber dialogado con Zapatero para solucionar el problema catalán y no buscar firmas contra el Estatuto catalán como quiso el propio Rajoy. Sí, don Mariano. Así que parece que Soraya de Castilla, la Triple S, también desafía a Mariano y le indica quién manda ahora. Ella. Hasta Mariano lo sabe sin necesidad de que se lo muestre. Manda Soraya de Castilla. La Adelantada de España para curar el catarro catalán. Ya tiene montado el chiringuito en Las Ramblas y por él pasarán todos. Todos. Incluso Puigdemont, que nadie sabe a qué se dedica, aunque sea para despedirse.

Hasta Iceta (¿es el mismo?), que tras el famoso baile ha perdido toda timidez, ve un “error” la vía del referéndum de Puigdemont. Ya tenemos dos. Soraya, Iceta, y... ¿Junqueras? ¿Qué dice Junqueras? Dice poco. Bueno, sí, que quiere ser president. ¡Ay, Puigdemont! Pasarás por el chiringuito de Soraya a despedirte, te guste o no te guste. Porque la vice ya está marcando “el diseño institucional”. Por algo fue a Primark. Copió el diseño y ahora lo intenta aplicar. Juntos, PP y PSC, reconstruirán el edificio catalán. Con Arrimadas y el partido Ciudadanos barriendo la suciedad de la acera. Casi seguro. Cada cual en su papel. Y luego entrará el Junqueras victorioso a disfrutar del inmueble recién reconstruido. Trabajar para esto.

Y los papeles ya están repartidos. Tanto Soraya como Iceta están de acuerdo en que “no habrá referéndum”. Advertencia para Puigdemont. Deje usted de insistir en esa vía. No dé más la vara, hombre, que eso le lleva al fracaso. Busquemos un camino propicio para mejorar la financiación, las inversiones e, incluso, aumentar el autogobierno. ¡Anda! Tiene buena pinta este ofrecimiento de Soraya de Castilla, se murmura por la margen derecha del Llobregat. Habrá que estudiarlo, señor Puigdemont. Porque, si no, ya sabe el camino que le espera. Porque Soraya de Castilla tiene todo el poder. Créaselo. Porque a Soraya no la va a parar ni usted, ni FAES, ni Aznar. Ella lo consigue todo. Ella tiene el poder. Y el Boletín Oficial del Estado (BOE) y el Tribunal Constitucional. Que ha vuelto a suspender la resolución del Parlament de Cataluña que prevé un referéndum en 2017. Ya tiene la prueba, president.