Un titular parafraseando la famosa frase de Jordi Pujol sobre la UDEF, pero cambiando el cuerpo policial por el diario digital que está leyendo. La operación con El Español de Pedro J. Ramírez permitirá a muchos españoles descubrir que Cataluña no es uniforme. Por suerte, en Cataluña con nuestros casi dos millones de usuarios, eso era una evidencia hace meses.

Una evidencia que ha molestado a la caverna independentista, que no a la gente catalana. Dos conceptos bien diferentes. Porque, no duden, a estas alturas de la historia está confirmado: en Cataluña hay caverna. Un lugar oscuro donde incluso el mito está en silencio. Y el silencio catalán es lo que antes llamaron oasis. Ahora algunos lo llaman omertá. En ambos casos, un lugar tranquilo sólo para aquellos que no osen salir de la línea marcada.

Y estos meses, estos años, la línea marcada es el sueño onírico de la independencia. En esta columna siempre hemos pensado combatirla no con chillidos, alaridos o graciosas frases paridas en noches de alcohol. Simplemente con datos. Así cualquier lector podrá disponer de suficiente información para formar su opinión. En Cataluña falta opinión independiente, datos reales, argumentos, información. Vamos, en cierta manera, eso que se llamó en su momento periodismo.

En esta columna de política catalana hemos explicado cosas. Descubrimos que el presidente Puigdemont mintió en su currículum. No era filólogo o periodista, sino un humilde bachiller. Por cierto, estudios bien respetables. Aún hace poco nos escandalizamos hablando de sus listas negras. Tampoco olvidamos su año sabático, sin lugar a dudas una historia apasionante cuando se explique. Pero la política catalana es más. Explicamos la composición de las listas del Parlament donde pocas familias catalanas estaban hiper representadas. Fuimos también los primeros en dedicar una columna a Gabriel Rufián. Cómo no, criticamos a la CUP, CSQEP, ERC, PSC, Ciutadans o el PP. Siempre bajo la libertad de escribir desde la opinión y sobre datos contrastados. Cómo no, también descubrimos historias de personajes como la doctora Terribas, el profesor de cátedra --que no catedrático-- Sala i Martín, el humorista “polaco” regado por dinero público Toni Soler o el historiador “local” Joan Baptista Culla. Por citar algunos personajes, creo, ciertamente desconocidos más allá del Ebro.

Al final siempre hemos pensado que para tomar una decisión uno debe estar informado. Luego cada uno puede tomar una vía u otra. Pero, sin información, eso no es posible. Cualquier camino estaría viciado. La visión, demasiadas veces, centrada en una Cataluña única independentista debe romperse con argumentos, con datos, con ideas. Y esa continuará siendo nuestra apuesta de las próximas semanas. Detrás de Cataluña hay personas, detrás de Crónica Global hay también personas.

Cataluña no sólo es independentismo. Hay economía, hay sociedad, hay gente. No hay un sólo pensamiento único. Ese concepto propio de regímenes de los años 30 del siglo pasado hay que romperlo. Casi dos millones de usuarios únicos, doblando a medios untados por la subvención son un dato elocuente. Para aquel que lea por primera vez esta columna sepa que aquí no explicamos ninguna fantasía, ni elucubramos ninguna teoría extraña. Aquí mandan los datos. Manda la información. Gustará o no gustará, pero no dejará indiferente. Esa es la apuesta de esta columna, y por eso estamos en Crónica Global.

Hablamos de Cataluña porque queremos a Cataluña y somos catalanes. Pero queremos una Cataluña motor de España, motor de Europa. Rica en variedad, rica en ideas. Donde pensar diferente no conlleve amenazas. Donde no ser independentista no te convierta en facha de la noche a la mañana. Quizás, al final, lo más fácil sea leernos. Un día estaremos mejor, otro día peor. La suma final será variada. Siempre en la vida lo más difícil es hacer sencillo las cosas complicadas. Escribir en Cataluña, dar datos en Cataluña, descubrir mentiras en Cataluña no es tarea fácil. Por suerte, muchos nuevos lectores entenderán en breve qué coño es Crónica Global. Y descubrirán, simplemente, que otra Cataluña existe. Cataluña no es sólo política --argumento principal de esta columna--, es también economía, sociedad y personas. Por suerte para nosotros, los catalanes: Cataluña es tan variada, y por lo tanto tan rica, como es España.